La seguridad hídrica es una cuestión estratégica, clave para preservar la estabilidad económica y social del planeta, de manera que la política del agua debe plantearse como una política de Estado en cada país, que impulse la necesaria colaboración internacional para evitar las amenazas que se ciernen sobre un recurso esencial para la existencia humana.

Esta es una de la principales conclusiones de los «II Diálogos del Agua América Latina-España» organizados por CAF -Banco de Desarrollo de América Latina- y el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA) de España y celebrados este martes en Casa América de Madrid, un encuentro cuyo objetivo principal es intercambiar experiencias sobre cómo mejorar la gestión y el financiamiento de las infraestructuras hídricas en un escenario global cada vez más marcado por la escasez de agua.

Durante la sesión de inauguración, la ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, en funciones, de España, Isabel García Tejerina, subrayó la trascendencia de que «la política del agua debe garantizar la seguridad hídrica, tanto en las ciudades como en el campo». Por lo tanto, García Tejerina entiende que «la seguridad hídrica es una cuestión estratégica, de manera que la política del agua debe plantearse como una política de Estado».

La ministra reconfirmó el compromiso de colaboración de España con América Latina y destacó la cooperación que desarrolla CAF en un elemento que, según el propio director para Europa de la institución, Guillermo Fernández de Soto, «se encuentra bajo amenaza a pesar de ser esencia para la existencia humana».

Según José Carrera, vicepresidente de Desarrollo Social de CAF, ante este escenario, el fortalecimiento y la creación de puentes de intercambio de conocimiento entre España y América Latina: «el español y el agua unen a América Latina y España», pueden contribuir a enfrentar los retos del sector hídrico con más garantías de éxito.