Brasil, y más precisamente la ciudad de Río de Janeiro, vieron pasar varias veces al italiano Alex Zanardi como un veloz piloto de Fórmula Uno y de Indy Car. En la ciudad carioca fue, precisamente, donde consiguió su primera alegría en Indy Car.

Quince años más tarde, volvió a correr en Río pero esta vez su vehículo no era un poderoso monoplaza, sino una bicicleta adaptada para participar en los Juegos Paralímpicos Rio 2016. En el 2001 el ahora ex piloto sufrió un accidente con su automóvil de Indy Car que le costó la pérdida de sus dos piernas, y después de comprobar que aunque sea en forma diferente la vida continuaba, tras una difícil recuperación decidió volver a las pistas, pero esta vez en una bicicleta adaptada -que se impulsa con las manos- y participar de los Juegos Paralímpicos donde ya ganó dos oros y una plata en Londres 2012, un oro en Rio 2016 y el día del aniversario de su “resurrección” la medalla de plata en la carrera de ruta masculina clase H5.

«He logrado la plata 15 años después de haber renacido. ¡Creo que no está mal!», dijo Zanardi el jueves a los periodistas después de la prueba en la que el sudafricano Ernst Van Dyk ganó la medalla de oro y el holandés Plat Jetze se quedó con el metal de bronce.
Con tono firme y seguro y de buen humor, el italiano recordó su anterior paso glorioso por Río.

«Donde hoy está el Estadio Olímpico había un circuito de Indy Car, que fue en el que logré mi primera pole position. Para un romántico como yo eso es algo muy especial», recordó.
Zanardi, quien dijo en una reciente entrevista que siempre prefirió morir a quedar inválido, comprendió después del accidente que eso no iba a pasar. “Cuando me sucedió, eso no se me vino a la cabeza. Estaba feliz de estar vivo”. También recordó cuando le preguntaban qué sería de su vida de no haberse accidentado. “Quien sabe, tal vez sería un hombre con piernas, pero no tan feliz como soy ahora”.

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