El Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (Ineter) informó el mes pasado que en los últimos cinco años la temperatura media de Nicaragua subió 0.7 grados Celsius. “Producto de esto, el país está resintiendo de forma directa los efectos”, dijo el meteorólogo William Montero.

El doctor Ángel Mendoza, de la Clínica de Especialidades Médicas, señaló que “el incremento de la temperatura provoca enfermedades como zika, dengue y chikungunya, porque hay una proliferación de los mosquitos transmisores, al igual que enfermedades estomacales como la diarrea, debido a la abundancia de las moscas”.

“Además, el cambio climático, por el hecho de que entran directamente los rayos ultravioletas, provoca enfermedades como cáncer en la piel. En los ojos produce cataratas, que es un pellejito encima del ojo que incomoda la vista”, expresó Mendoza.

Denis Meléndez, coordinador de la Mesa Nacional de Gestión de Riesgo (MNGR), explicó que “la poca nubosidad y el alto déficit de humedad en los suelos ocasiona el sofocante calor que se presenta durante el día y la noche. Esto provoca también enfermedades cardiovasculares y respiratorias”.

“Hay que buscar sitios ventilados y aumentar el consumo de líquidos. También hay que tomar sustancias que ayuden a la hidratación, ya sea agua o refrescos naturales, pero hay que evitar tomar líquidos que contengan preservantes”, indicó Meléndez.

En las próximas décadas Managua, Granada y Rivas serían los departamentos de Nicaragua más calurosos. Para el año 2100 se espera que alcancen una temperatura anual promedio entre 30 y 33 grados Celsius, según Julie Lennox, jefa de desarrollo agrícola de la sede subregional en México de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

elnuevodiario.com.ni

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