Las compañías aéreas también tendrán que contribuir a la lucha contra el cambio climático. La asamblea general de la Organización de la Aviación Civil Internacional (OACI) adoptó un acuerdo por el que fijan los plazos para limitar las emisiones de dióxido de carbono de los aviones comerciales y poner en práctica un sistema de compensación de estas emisiones.

Es decir, las empresas que operan aviones comerciales tendrán quereducir los gases que sus aparatos emiten a la atmósfera o, en su defecto,invertir en proyectos y actuaciones que compensen las cantidades de este tipo de gases (por ejemplo, invirtiendo en la construcción de centrales de energías renovables). Una de las mejoras más importantes en el sector, no obstante, se producirá en los próximos años con la incorporación a la flota aérea de aeronaves con menores emisiones de gases.

El acuerdo alcanzado en Montreal (Canadá), sede de este organismo de la ONU encargado de regular la aviación civil mundial, confirma el denominado mecanismo CORSIA de reducción y compensación de emisiones de carbono, un procedimiento que ha sido debatido durante los últimos tres años a escala internacional. El acuerdo ha sido aprobado por los 191 miembros de la OACI, aunque Rusia, India y China expresaron sus reservas al considerarlo una carga para las economías emergentes.