El Área Metropolitana del Valle de Aburrá, prevé que hasta el mes de noviembre habrá condiciones para que se incremente la concentración de contaminantes en la atmósfera en la región. La autoridad ambiental presentó este jueves a representantes de las empresas asociadas en la Cámara de Comercio del Aburrá Sur los avances en la generación de un protocolo para que en un futuro cercano la ciudadanía esté familiarizada con las medidas que se deben tomar para mitigar una contingencia como la que se vivió entre marzo y abril de este año.
La subdirectora ambiental de la entidad, María del Pilar Restrepo Mesa, explicó que con la asesoría de la Universidad Ponificia Bolivariana se ha profundizado en el estudio del comportamiento de los contaminantes en el Valle de Aburrá a lo largo del año, identificando dos temporadas, en marzo y octubre, en las cuales aumenta su presencia en el aire por condiciones topográficas, climáticas, de movilidad e industria, particulares en la región.
De acuerdo con ese conocimiento, los alcaldes de los 10 municipios del área metropolitana adoptarán medidas conjuntas adaptadas al riesgo que represente la concentración de partículas de menos de 2,5 micras (PM 2,5), unificando los niveles de riesgo entre las autoridades para difundir desde recomendaciones hasta las restricciones que amerite la contingencia.
Ana Zuleima Orrego, profesional de apoyo a la Gestión de la Calidad del Aire, reveló el contenido de la propuesta de acción ante este tipo de eventualidades, con medidas que van desde la recomendación de abstenerse de la exposición prolongada al aire contaminado para poblaciones sensibles, hasta el plan de restricciones que contempla fuentes móviles y la industria, ante la alerta roja en dos fases, según la gravedad.
“La idea es que los ciudadanos estén informados y conozcan desde el final de la tarde las medidas que se tomen para el día siguiente, en el transcurso de una contingencia atmosférica”, señaló.
Para el Área Metropolitana fueron muy útiles las restricciones a los vehículos, adoptadas entre el 13 de marzo y el 13 de abril de este año. Sin embrago se avanza en la medición de la contaminación asociada a cada industria, para determinar, dado el caso, cuáles tendrían que suspender determinados procesos de su producción para mitigar el impacto nocivo de la contaminación para la salud.
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