Karolina Pliskova se presentó en las BNP Paribas WTA Finals presented by SC Global con una firma de identidad: pese a enfrentarse a un escenario desconocido, pese a ser una de las debutantes del torneo, la checa arrancó aferrando ante Garbiñe Muguruza un partido de ida y vuelta por 6-2 6-7(4) 7-5, una batalla estirada hasta las dos horas y 29 minutos de juego.
El bautismo en Singapur fue una prueba de resistencia para la finalista del US Open, que necesitó superar situaciones límite antes de saborear la victoria. En un partido igualado, Pliskova contempló cómo un arranque fulgurante, golpeando la pelota a toda velocidad, le montaba en una amplia ventaja de 6-2 3-1 en poco más de una hora de juego. Después y tras observar la reacción de Muguruza, vio escapar un 3-0 en el desempate antes de acudir a la manga definitiva.
Su estreno representó una demostración de valentía en Singapur para la número cinco de la clasificación WTA, sin experiencia previa en el torneo broche de temporada. Además, y tras dar el primer paso en dinámica de round robin, el triunfo sirve a Pliskova para liderar junto a la rusa Svetlana Kuznetsova el Grupo Blanco tras la primera de competición.
El triunfo fue una prueba de autoridad para Pliskova, que amplió distancias en la rivalidad que mantiene ante Muguruza (situando el 4-1), logró mantener impecable su balance ante Garbiñe sobre pista dura (venciendo en los cuatro pulsos librados en la superficie) y extendió a cuatro partidos su racha de victorias consecutivas ante la hispano-venezolana (a quien ha batido en cada cruce directo desde 2013).
Los siguientes partidos correspondientes al Grupo Blanco, que enfrentarán a Svetlana Kuznetsova con Karolina Pliskova, y a Agnieszka Radwanska con Garbiñe Muguruza, tendrán lugar este miércoles.