CHICAGO Con su equipo contra la pared en su primera Serie Mundial desde 1945, Aroldis Chapman sacó ocho inmensos outs para mantener a flote a Chicago con una angustiosa victoria 3-2 ante los Indios de Cleveland, forzando al menos un juego más.

Chapman, el zurdo que desertó de Cuba en 2009, cumplió la actuación de relevo más larga de su carrera, y los Cachorros pudieron celebrar su primera victoria en su estadio Wrigley Field por el Clásico de Otoño en más de tres décadas. Y se acercaron 3-2 en la serie.

La masa de 41.711 fanáticos rugió cuando José Ramírez, quien conectó un jonrón en el segundo, rozó de foul un ofrecimiento de 101 millas de hora en la esquina de fuera hasta que la pelota se depositó en el guante del receptor Willson Contreras para el último out.

Pasada media hora tras el final del juego, los aficionados de Chicago seguían en el estadio cantando eufóricos al despedir a los jugadores que brindaban entrevistas en el terreno.

Aunque no pudo rematar en su primer intento por coronarse campeón por primera vez en 68 años,

Cleveland sigue con la sartén por el mango en esta serie que enfrenta a las dos franquicias con las sequías más prolongadas sin adjudicarse la máxima corona en el béisbol de las Grandes Ligas.
Tras un día de descanso, los equipos reanudarán su pulseada el martes en el Progressive Field. El derecho Jake Arrieta abrirá por Chicago ante Josh Tomlin.

Para poder conquistar su primer cetro desde 1908, los Cachorros deberán ganar dos juegos fuera de su casa. Solo tres equipos en la historia de la Serie Mundial han podido darle la vuelta a un 3-1 adverso, incluyendo victorias de visitante en los últimos dos duelos, con los Piratas de Pittsburgh como los últimos en conseguirlo, hace 37 años.