Por Phil Rogers / MLB.com
CLEVELAND — Un paso a la vez. Así es como se puede sacar la última gota que queda de la temporada de Grandes Ligas. Es posible que también sea la fórmula para ganar la Serie Mundial.
Para revivir a los Cachorros — antes de que entrara el cubano Aroldis Chapman para conseguir el rescate más largo de su carrera — Kris Bryant y Anthony Rizzo tuvieron que iniciar un ataque de tres carreras con un jonrón y un doble ante rectas seguidas de Trevor Bauer.
Esos fueron los momentos más relevantes para la ofensiva de Chicago en la victoria por 3-2 en el Juego 5 el domingo por la noche en Wrigley Field, un resultado que trasladó otra vez la serie a Cleveland con los Indios arriba 3-2.
Vale la pena recordar que 10 días antes, Addison Russell tuvo que pegar un jonrón contra el novato mexicano Julio César Urías en el Juego 4 de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional ante los Dodgers para cambiarle la cara al equipo de Joe Maddon.
Y el día anterior de aquel vuelacercas de Russell, durante el triunfo por 6-0 de Rich Hill y Los Angeles, Rizzo le pegó un hit dentro del cuadro a Kenley Jansen ante un pitcheo que hizo explotar a su bate.
Al menos Bryant es de los que piensan que aquel momento que parecía irrelevante fue el inicio de días mejores: el final del bache de Rizzo y el regreso a la normalidad para una de las mejores ofensivas del béisbol.
«Pienso que ése era el hit que necesitábamos», dijo Bryant aquella noche. «Creo que (Rizzo) va a mejorar gracias a eso. Estoy seguro de que ésa no era la forma en la que quería dar un hit, pero pienso que es el tipo de cosas que puede impulsar a un equipo».
Tras las derrotas de los Cachorros en los Juegos 3 y 4 del Clásico de Otoño, Maddon habló de la necesidad de prender la ofensiva de alguna forma. Ahora espera que ese rally ante Bauer en el cuarto inning del domingo sea la señal de una mejoría en la ofensiva cuando los Cachorros vuelvan a jugar en el Progressive Field.
«Sí, me encantó eso», dijo Maddon. «Puedes ver lo que pasó más adelante. Pusieron al pitcher contra las cuerdas. Tuvimos mejores turnos. Anotamos nuestras tres carreras. Eso es que lo que pasó en Los Angeles. Es increíble lo que hace algo así, lo que significa para tu equipo y lo que le hace al pitcher contrario. Es parte del juego.
«Tienes que ser capaz todo el tiempo de golpear y contragolpear y eso fue lo que hicimos», agregó Maddon. «Esas tres carreras nos cayeron de maravilla».
Así fue como los Cachorros remontaron hasta ganar la Serie de Campeonato de la Liga Nacional después de que los Dodgers picaron adelante 2-1. Si esto que hicieron Bryant y Rizzo vuelve a prender los bates, quizás darle la vuelta a la Serie Mundial y terminar con la sequía de 108 años.
Así, un paso a la vez.
Como franquicia, los Indios saben muy bien que los pitchers pueden caer en un mal momento. Vivieron esa pesadilla en la Serie de Campeonato de la Liga Americana en el 2007, cuando los Medias Rojas ganaron tres encuentros seguidos ante CC Sabathia, el dominicano Roberto Hernández (conocido en aquel entonces como Fausto Carmona) y Jake Westbrook, los últimos dos partidos con marcadores de 12-2 y 11-2.
Los lanzadores de la Tribu están tirando bastante bien como para que alguien venga a pensar que algo así suceda de nuevo, pero cinco o seis carreras por juego podrían ser más que suficiente para Jake Arrieta y Kyle Hendricks. Y a Chicago le caerá bien tener de vuelta a Kyle Schwarber en la alineación ahora que volverá el bateador designado al mudarse la serie a un estadio de la Liga Americana.
Y ahora, es una lástima que debemos esperar hasta el martes para el Juego 6. Es una crueldad después de los cinco juegos que han disputado los Indios y los Cachorros para traernos hasta aquí.