La concienciación de los consumidores sobre los beneficios nutricionales y dietéticos de las legumbres -las semillas comestibles de las plantas leguminosas-,entre las que destacan especialmente las lentejas, garbanzos, caupí y muchas variedades de frijoles secos, sigue siendo insuficiente y se deben intensificar los esfuerzos para promover su papel en los sistemas alimentarios, afirmó hoy María Helena Semedo, Directora General Adjunta de la FAO.

Esta toma de conciencia ha progresado gracias a las iniciativas organizadas durante el Año Internacional de las Legumbres 2016 (AIL), pero “es esencial mantener el impulso», según indicó Semedo a los participantes del Diálogo Global celebrado en la sede de la FAO.

Conocidas por su contenido de proteínas relativamente elevado y su especial capacidad para captar nitrógeno y fijarlo en los suelos, las legumbres también constituyen una base fértil para otros cultivos.

«Las legumbres no deben valorarse únicamente por sus cualidades, sino que deben igualmente recibir la atención que merecen en las políticas», añadió Semedo.
La Asamblea General de las Naciones Unidas declaró 2016 como Año Internacional de las Legumbres, y Pakistán y Turquía asumieron el patrocinio principal. Los dahl de lentejas son un alimento básico de enorme importancia en Asia meridional, y en excavaciones arqueológicas se han encontrado garbanzos en restos de cerámica neolítica en Anatolia sudoriental.

«Aún queda mucho por hacer en la investigación sobre las legumbres» para hacerlas resistentes al estrés ambiental y ayudar a reducir la pobreza rural, aseguró Nadeen Rivaz, Representante Permanente de la República Islámica de Pakistán ante la FAO y copresidenta del comité directivo del AIL.

Promocionar las legumbres puede ayudar a fomentar un crecimiento económico inclusivo, y la mayor atención prestada a estos cultivos está generando oportunidades de exportación para países como Etiopía y Myanmar, afirmó Murat Salim Esenli, Representante Permanente Designado de la República de Turquía ante la FAO y también copresidente del AIL.

El evento del Diálogo Global, de dos días de duración, permite a las principales partes interesadas y expertos de todo el mundo analizar las actividades realizadas durante el AIL, incluyendo la publicación de artículos académicos, actividades de promoción y las iniciativas para formular recomendaciones duraderas.

Más información sobre las legumbres

Promover la producción y el consumo de legumbres puede contribuir a alcanzar los principales Objetivos de Desarrollo Sostenible -especialmente los relativos a la nutrición, la pobreza, la salud del suelo y el cambio climático- en lo que Semedo denominó un «ciclo socioeconómico virtuoso» que garantiza la seguridad alimentaria y nutricional de toda la comunidad.

En Malawi, se ha instado a muchos agricultores a intercalar maíz y leguminosas de grano, aumentando de esta forma su seguridad alimentaria e ingresos. En Zambia, las campesinas locales producen ahora casi la mitad de las legumbres que se incluyen en los menús escolares.

Existen muchas variedades de legumbres que hacen un uso eficiente del agua y son adecuadas para el cultivo de secano. Emplear las legumbres como cultivo de cobertura es una técnica climáticamente inteligente, que mejora la productividad agrícola y la resiliencia, recordó Semedo. También mejora la salud del suelo, reduciendo la necesidad de fertilizantes sintéticos y contribuyendo de esta forma a disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero.

Los frijoles secos representan alrededor de un tercio de la producción mundial de legumbres, con los guisantes y los garbanzos contribuyendo cada uno a una sexta parte. Otras legumbres importantes son las habas, las lentejas, el caupí y el guandú.

«Las legumbres ofrecen muchas oportunidades para diversificar la dieta, y hago un llamamiento a todos los chefs del mundo para que se sumerjan en el variado universo de las legumbres y utilicen su creatividad para inventar nuevas recetas», señaló por su parte Maggy Habib, Embajadora Especial del AIL para el Cercano Oriente.

Cada año se producen unos 62 millones de toneladas de legumbres, con la India como mayor productor con diferencia, aunque también es un importador neto. El valor económico de las legumbres comercializadas a nivel internacional asciende a unos 7 000 millones de dólares EEUU, que proceden en su mayor parte de China, Brasil, Canadá, Myanmar y Australia.