Efeverde.- La estadounidense Agencia de Protección Ambiental (EPA) advirtió hoy que el uso de la técnica de fractura hidráulica o «fracking» para extraer petróleo y gas puede afectar al abastecimiento de agua potable.
La agencia federal determinó que el agua puede contaminarse si se llevan a cabo extracciones en épocas o áreas de baja disponibilidad o si se producen derrames de productos químicos durante el manejo de fluidos de la fractura hidráulica, que pueden llegar a los recursos hídricos subterráneos.
Sin embargo, la EPA también reconoció en su estudio encargado por el Congreso en 2010 que las deficiencias e incertidumbres de los datos recopilados limitan su capacidad para evaluar “plenamente” los posibles impactos sobre los recursos de agua potable a nivel local y nacional.
El “fracking” o fracturación hidráulica es una técnica de extracción de petróleo y gas que consiste en inyectar agua a presiones muy altas en el subsuelo hasta hacer explotar las bolsas de hidrocarburos que almacenan las rocas en sus poros.
La controversia que suscita su impacto medioambiental corre en paralelo a su impacto económico, pues el “fracking” fue el motor del último “boom” energético de EE.UU. hasta que dejó de ser rentable por la caída de los precios del petróleo provocada por un aumento de producción de algunos países.
En Texas, auge y legislación
En respuesta al auge del “fracking”, Texas, el mayor productor de crudo de Estados Unidos, aprobó en 2011 una ley para exigir que las compañías perforadoras hicieran públicas las sustancias químicas y las cantidades utilizadas en el proceso.
Además, Dallas puso varias limitaciones para llevar a cabo esta actividad en 2013 y la ciudad tejana de Denton la prohibió en referéndum al año siguiente por motivos medioambientales.
No obstante, el gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, firmó una ley en 2015 que limita severamente la actuación de los gobiernos locales en esta materia, anulando así la prohibición de Denton y las restricciones en Dallas. Efeverde