La igualdad de género y el empoderamiento de mujeres y niñas es un objetivo central de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Las metas que componen el ODS5 “Lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas”, se reflejan y se integran a lo largo de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible.

El Evento se centra en el papel clave de las mujeres rurales y su contribución a la seguridad alimentaria y la erradicación de la pobreza mediante el desarrollo rural y agrícola. La igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres rurales está vinculado inexorablemente al fortalecimiento de los sistemas de alimentación para luchar contra el hambre y la malnutrición en particular, y a las ganancias reales en el medio rural y a la subsistencia familiar, en general.

Esta evidencia esencial, así como la disminución del hambre a la mitad entre 1970 y 1995, pueden atribuirse a la mejora de la situación social de las mujeres: sólo el progreso en el acceso de las mujeres a la educación está vinculado a un aumento del 43 por ciento en la seguridad alimentaria – tan significativo como el aumento de la disponibilidad de alimentos (26 por ciento) y de las mejoras en salud (19 por ciento).

Mirando hacia atrás y mirando hacia adelante

El Evento de Alto nivel tiene lugar aproximadamente sesenta días después del Día Internacional de la Mujer Rural, el 15 de octubre. En un contexto más amplio, para mantener el impulso mundial para la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y las niñas durante el periodo 2016-2017 y a posteriori, también se espera con interés el Día Internacional de la Mujer el 8 de marzo de 2017, el cual se basará en los resultados alcanzados en el Evento de Alto Nivel.

Por último, la semana posterior al Día Internacional de la Mujer, la FAO, el FIDA y el PMA presentarán conjuntamente las conclusiones y los resultados del Evento de Alto nivel al Comité de la Condición Jurídica y Social de la Mujer en las Naciones Unidas en Nueva York.

Cuando las mujeres controlan los ingresos adicionales, destinan un mayor porcentaje de gasto que los hombres en los alimentos, la atención médica, la ropa y la educación de sus hijos. La habilitación y el empoderando de las mujeres rurales se traduce, por lo tanto, en mejoras del bienestar general de sus hijos, sus hogares y sus comunidades, lo que a su vez contribuye a crear un capital humano para las generaciones futuras y un crecimiento económico y social a largo plazo.

Por lo tanto, el empoderamiento de las mujeres y las niñas de las zonas rurales no solo es clave para el desarrollo agrícola, sino que es crucial para el progreso social y económico, y para un desarrollo sostenible en general.

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