La toma de muestras, las mediciones de los mareómetros, y recientemente también las de los satélites, nos indican que durante los últimos 100 años el nivel medio global del mar ha subido de 10 a 20 centímetros. Sin embargo, la tasa de aumento anual durante los últimos 20 años ha sido de 3,2 milímetros al año, aproximadamente el doble de lo que ha crecido en los 80 años anteriores.

Durante el último siglo, la quema de combustibles fósiles y otras actividades naturales y humanas han emitido enormes cantidades de gases que atrapan el calor dentro de la atmósfera. Estas emisiones son las causantes del aumento de la temperatura de la tierra y de la absorción por parte de los océanos del 80 por ciento de este calor adicional.

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El aumento del nivel del mar está ligado a tres factores, todos provocados por este cambio climático global persistente:

1. Dilatación térmica: cuando el agua se calienta se expande. Más o menos la mitad del aumento del nivel del mar del siglo pasado se atribuye a que la temperatura de los océanos aumentó y eso hizo que ocupasen más espacio.

2. Disminución de los glaciares y los casquetes polares: cada verano las grandes formaciones de hielo, como los glaciares y casquetes polares, se derriten poco a poco de manera natural. Sin embargo, las altas temperaturas persistentes causadas por el cambio climático han llevado a que se derrita más hielo del habitual en verano, además de la disminución de nevadas por los inviernos tardíos y las primaveras tempranas. Este desequilibrio provoca un aumento en la escorrentía de agua que llega a los océanos, provocando el aumento del nivel del mar.

3. La pérdida de hielo de Groenlandia y la Antártida Occidental: igual que con los glaciares y los casquetes polares, el aumento de la temperatura está provocando que los enormes montículos glaciares que cubren Groenlandia y la Antártida Occidental se derritan a pasos agigantados. Los científicos creen que el deshielo de la superficie y el agua del mar que va por el interior se están filtrando debajo de los montículos, creando corrientes de hielo que se mueven muy rápido hacia el mar. Las temperaturas cada vez más altas del mar están provocando que las enormes plataformas de hielo que salen de la Antártica se derritan por debajo, se hagan frágiles y finalmente se rompan.

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CONSECUENCIAS

Cuando el nivel del mar sube a tanta velocidad como lo ha estado haciendo, incluso el aumento más pequeño puede tener terribles consecuencias para las personas que viven en la costa. A medida que el agua del mar va avanzando hacia el interior, puede provocar la erosión del suelo, la inundación de los humedales, la contaminación del suelo agrícola y de los acuíferos, y por tanto la pérdida del hábitat de peces, pájaros y plantas.

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