El no actuar ahora para que nuestros sistemas alimentarios sean más resilientes al cambio climático “pondrá en serio peligro” la producción de alimentos en muchas regiones del mundo y podría condenar al fracaso los esfuerzos internacionales para acabar con el hambre y la pobreza extrema en 2030, según advirtió hoy el Director General de la FAO, José Graziano da Silva .

“La agricultura es la clave para resolver dos de los mayores problemas a los que se enfrenta la humanidad: erradicar la pobreza y el hambre y contribuir a mantener las condiciones climáticas estables en las que la civilización pueda progresar”, aseguró al intervenir en una mesa redonda sobre cambio climático durante la Cumbre Mundial de Gobierno que se celebra en Dubai.

El Director General de la FAO subrayó en particular la necesidad de apoyar a los pequeños campesinos del mundo en desarrollo a adaptarse al cambio climático.

“La gran mayoría de las personas que padecen pobreza y hambre extrema dependen de la agricultura para su sustento”, dijo, señalando que: “ellos son los más vulnerables al impacto del calentamiento global y de un clima inestable”.

Existen enfoques innovadores que pueden ayudarles a mejorar sus rendimientos y fortalecer su resiliencia, dijo, como el abonado verde, un mayor uso de cultivos de cobertura fijadores de nitrógeno, mejorar el manejo sostenible del suelo, las técnicas agroforestales e integrar la producción ganadera en los sistemas agrícolas.

“Pero los campesinos –explicó- se enfrentan a grandes escollos, como la falta de acceso al crédito y los mercados, la carencia de conocimientos e información, la inseguridad sobre la tenencia de la tierra y elevados costes de transacción para cambiar las prácticas existentes”.

También puso como ejemplo el hecho de que 70 países no tienen establecidos servicios meteorológicos. La FAO trabaja con la Organización Meteorológica Mundial para desarrollar servicios de bajo costo y sencillos de usar por los agricultores para cubrir esta necesidad.

Para capear los altibajos de un clima más duro y menos predecible, los pequeños agricultores necesitarán también un mejor acceso a otros tipos de tecnologías y a los mercados, información y financiación, así como una tenencia de la tierra más segura y mejores infraestructuras agrícolas, afirmó Graziano da Silva.

En última instancia “más vale prevenir que curar”, declaró.

“La adaptación al cambio climático se justifica a nivel económico: los beneficios de la adaptación son mucho mayores que los costes”, recordó el Director General de la FAO, subrayando la importancia de esfuerzos nacionales como la estrategia de los Emiratos Árabes Unidos (EAU) sobre diversificación y seguridad alimentaria y el cambio climático.

Afrontar la crisis hídrica

Un frente clave donde actuar es la gestión hídrica, según Graziano da Silva. Millones de pequeños agricultores del mundo se enfrentan ya con la escasez de agua, que probablemente se agravará como resultado del cambio climático, dijo.

Por esta razón, en la última Conferencia sobre Cambio Climático de la ONU, la FAO y sus aliados lanzaron un Marco global sobre la escasez de agua en la agricultura que tiene como objetivo apoyar a los países en desarrollo a elaborar políticas y programas más sólidos para el uso sostenible del agua en la agricultura.

Entre los participantes en el panel de discusión “El clima en acción: alimentar el futuro” figuraban junto a Graziano da Silva Tshering Tobgay, Primer Ministro de Bhután, Thani Al Zeyoudi, Ministro de Cambio Climático y Medio Ambiente de los EAU y Patricia Espinosa, Secretaria Ejecutiva de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC).

La Cumbre Mundial del Gobierno (WGS, por sus siglas en inglés) es una plataforma que reúne a líderes y responsables de las políticas para debatir las tendencias futuras en los servicios gubernamentales, el liderazgo, la innovación y las políticas económicas.

fao.org