En Nicaragua, la Cooperación Suiza ha beneficiado a unas 440 mil personas, es decir el 22 % de los dos millones de personas que han accedido al servicio de agua durante los últimos 36 años, dijo Edita Vokral, directora regional de este organismo.

Vokral indicó en una conferencia que durante muchos años la atención incluyó llevar agua a las regiones más pobres de Nicaragua, así como la construcción de alcantarillado sanitario y plantas de tratamiento de aguas residuales en ciudades como La Dalia y El Cuá.

Dichos componentes seguirán siendo parte de las contribuciones suizas en el tema de agua, sin embargo con el impacto del cambio climático la cooperación se reenfocará hacia la búsqueda de solución de estos temas.

Es decir, a partir de 2018 se trabajará en la protección de cuencas y fuentes de agua, además en el uso de tecnologías para la adaptación al cambio climático como la cosecha de agua.

“Si al inicio hablamos de llevar letrinas a las comunidades o de agua limpia, ahora hablamos de un modelo de atención sostenible. Este modelo incluye llevar agua potable hasta las escuelas y casas, promoción de cuidado y salud, alcantarillados sanitarios, plantas de tratamiento y fortalecimiento a las empresas municipales de agua y saneamiento, para promover una ciudadanía activa y responsable. Proteger el agua, un componente indispensable en nuestros proyectos. Con esto se cierra el círculo vicioso de perder tiempo, dinero y por no tener acceso al agua”, expresó la directora del organismo.