En la última Copa Mundial de Clubes de la FIFA se observaron varias tendencias futbolísticas fascinantes, recogidas en el informe sobre la competición que acaba de publicar el Grupo de Estudios Técnicos (TSG) de Japón 2016, así como también cifras dignas de destacar.
Marco van Basten, Director General para el Desarrollo Técnico de la FIFA, se reunió con FIFA.com para comentar el estilo de juego desplegado en el torneo, en concreto cómo está cambiando la función de los delanteros centro, y las pruebas de los Árbitros Asistentes de Vídeo (AAV) que se llevaron a cabo en Japón.
Todos los equipos que disputaron la Copa Mundial de Clubes de la FIFA trataron de mantener la posesión y de salir con el balón jugado. ¿Es casualidad que todos practicaran este estilo de juego o bien los equipos están desplegando un fútbol más ofensivo en la era moderna? ¿Qué dificultades plantea jugar de esta forma?
A la mayoría de los equipos les gusta jugar desde atrás, como ha hecho el Barcelona en los últimos tiempos. De esta manera, controlas la pelota, posees una base técnica y táctica para el ataque y, posiblemente, sea el fútbol que prefiere ver la mayor parte del público. Antiguamente, era más fácil lanzar balones largos a la espalda de las defensas.
No siempre resulta fácil trenzar las jugadas desde el portero. El rival también posee sus propias tácticas para contrarrestar este estilo. Si la presión del contrario está bien organizada, cuesta mucho avanzar en ataque. Esto lo hemos visto en diferentes partidos de todas las categorías del fútbol. Cuanto mejores sean tus defensas, más tratarás de sacar el balón jugado desde la zaga. La ventaja de esto es que puedes pasar más fácilmente a los jugadores más técnicos, y a estos les cuesta mucho menos hacer algo con el balón.
Lo que ahora vemos mucho más que antes es que los equipos empiezan a jugar con tres defensas, en vez de con cuatro. Con tres defensas, puedes acumular más jugadores en el centro del campo y tienes más posibilidades de llegar a ellos con el balón. Sin embargo, esto plantea también un peligro añadido. Con tres jugadores en la zaga, no siempre te resulta fácil combinar con un compañero en el centro del campo, porque al rival le cuesta mucho menos presionarte.
El Kashima Antlers se convirtió en el primer equipo asiático que ha llegado a una final de la Copa Mundial de Clubes de la FIFA. ¿Cuáles fueron las características principales del Kashima durante la competición?
En la final, vimos un equipo muy profesional y experto, con una organización defensiva excelente y una gran disciplina táctica. Jugó a gran nivel, y al Real Madrid le costó muchísimo crear ocasiones. Cuando los hombres del Kashima se hacían con el balón, organizaban contras muy veloces y eran técnicamente muy buenos. La final, en general, fue un partido muy interesante. Estuvo completamente equilibrado hasta el minuto 90, cuando el marcador se encontraba igualado a 2-2. Se trata de un gran logro para el fútbol asiático y, en concreto, para el fútbol japonés. Creo que el Kashima Antlers podría jugar sin problemas en las máximas competiciones europeas.
¿Cómo ha evolucionado el fútbol asiático en los últimos años?
La mayoría de los jugadores del Kashima Antlers eran japoneses. Si estos futbolistas siguen rindiendo a gran nivel, la selección nacional seguirá mejorando continuamente. En estos momentos, hay muchos futbolistas asiáticos jugando en Europa, lo que les ayuda a subir el listón no sólo a ellos, sino también a sus selecciones nacionales.
Los equipos pudieron disponer de una cuarta sustitución en las prórrogas. ¿El uso de un cuarto sustituto cambia de alguna manera las tácticas de los entrenadores? ¿Influye también en la forma de jugar de los equipos en los últimos minutos del tiempo reglamentario?
Pienso que lo bueno de disponer de una cuarta sustitución en la prórroga es que, a menudo, los jugadores se encuentran agotados tras el minuto 90. Cuando los jugadores se cansan, tienen menos ideas, menos soluciones, y el partido pierde interés porque nadie toma la iniciativa. Sacar jugadores frescos es bueno para la dinámica del partido, y los espectadores en el estadio y quienes lo siguen por la tele ven un fútbol más emocionante, lo que, en mi opinión, es muy importante.
No creo que cambie mucho las tácticas, no creo que los entrenadores lo usen de forma especial; se trata de una posibilidad más para cambiar a un jugador lesionado o cansado.
Usted que ha sido delantero centro a lo largo de su carrera, ¿qué cualidades diría que necesita un artillero en el fútbol moderno?
Lo que estoy observando en estos momentos en el fútbol es que se parece cada día más al balonmano. Hay nueve defensas y un portero, y los demás tratan de quebrar esa barrera, lo que resulta extremadamente difícil. Esto se traduce en que el espacio para un delantero centro se ha hecho muy pequeño. Lo único que puede hacer es una pared o pases muy rápidos, pero no puede encontrar soluciones regateando ni nada parecido. Se puede ver de dos maneras: la situación del delantero centro es muy difícil porque no hay espacio; pero, por otro lado, debe tratar de marcar goles, por lo que tiene que lograrlo de formas diferentes, bien al primer toque, como un remate de cabeza, o bien mediante veloces contragolpes.
Creo que los atacantes deben ser mucho más listos. Sólo disponen de un instante o de un espacio muy reducido, que pasan y desaparecen en un santiamén. O bien tienen que ser extremadamente poderosos: objetivos de los pases de sus compañeros, a quienes los defensas y el resto del equipo consideran el centro de la jugada. Cuesta mucho defender contra un jugador así.
Yo era un delantero centro a quien le gustaba irse por los extremos para crear espacios para los compañeros. En el fútbol moderno, hacer esto es muy difícil. Vemos a Cristiano Ronaldo y a Lionel Messi irse de izquierda a derecha, de delante hacia atrás, para crearle problemas al rival, porque tienes que defender a jugadores en movimiento, lo que resulta mucho más difícil que cuando están parados.
En la Copa Mundial de Clubes celebrada en Japón, presenciamos el primer ensayo en directo del sistema de arbitraje con asistentes de vídeo (AAV) en una competición de la FIFA. ¿Está satisfecho con lo que ha visto en esta prueba?
Estoy muy satisfecho y contento con estos ensayos. Es bueno para el fútbol y ayuda mucho al juego. Se trata de un sistema que erradica las decisiones incorrectas más importantes, y ése es nuestro objetivo. Hemos observado unos cuantos momentos complicados en el Mundial de Clubes en Japón, concernientes todos ellos a la comunicación entre el árbitro y el AAV. Esto tiene que mejorar, está claro. Por otro lado, y esto es muy positivo, no se produjo ningún error importante. Algunos aspectos tienen que mejorar, como el momento en el que Cristiano marcó un gol [contra el Club América], y no le dimos tiempo para celebrarlo, porque se produjo una conversación con el AAV. Pero todos estamos contentos. Creo que los jugadores y el público pueden seguir los partidos con más tranquilidad, sin disputas, porque sabemos que los resultados de una decisión de los AAV serán correctos. Estoy convencido de que veremos más ensayos de este sistema en el futuro.