9 de marzo de 2017, El Cairo – El acceso al agua es una necesidad básica para la seguridad alimentaria, la salud humana y la agricultura, y su escasez cada vez mayor en la región de África del Norte y Oriente Medio es un enorme desafío que requiere una «respuesta urgente y masiva», según aseguró en El Cairo el Director General de la FAO, José Graziano da Silva.
El agua dulce disponible en la región se ha reducido en dos tercios en los últimos 40 años. Su disponibilidad per cápita es ahora 10 veces menor que el promedio mundial, lo que pone de relieve la necesidad de una revisión a fondo de los sistemas agrícolas, añadió.
Un reciente estudio de la FAO concluye que el aumento de las temperaturas puede acortar las temporadas de cultivo en la región en 18 días y reducir los rendimientos agrícolas de un 27 a un 55 por ciento a finales de este siglo. La subida del nivel del mar en el Delta del Nilo expone a Egipto al peligro de perder una parte sustancial de sus tierras agrícolas más productivas por la salinización.
Además, «la competencia entre sectores por el uso del agua no dejará de intensificarse en un futuro entre la agricultura, la energía, la producción industrial y las necesidades domésticas», advirtió Graziano da Silva al participar en una reunión de alto nivel sobre la colaboración de la FAO con Egipto en la iniciativa «1,5 millones de feddan», un plan del gobierno para recuperar hasta dos millones de hectáreas de tierras desérticas para usos agrícolas y de otro tipo.
En este sentido expresó su apoyo sin fisuras a las autoridades egipcias, y se comprometió a sostener los programas que abordan la escasez de agua y promueven una agricultura resiliente ante el clima.
La visita del Director General de la FAO a Egipto incluye reuniones con el Presidente Abdel Fattah el-Sisi, los Ministros de Agricultura y Recuperación de Tierras y de Inversión y Cooperación Internacional, así como con el Secretario General de la Liga de los Estados Árabes.
Sostenibilidad en las zonas áridas
La labor de la FAO en la región ha resultado ya en iniciativas como los sistemas descentralizados de gobernanza de las aguas subterráneas en Yemen y Marruecos, la introducción del bombeo solar en Egipto, la captación de agua en Jordania o métodos innovadores de contabilidad del agua y apoyar la preparación frente a la sequía en Líbano y Túnez. Otro logro ha sido la formulación de la primera política agrícola nacional de los Emiratos Árabes Unidos -ejemplo de integración de múltiples estrategias con un enfoque claro en la conservación del agua y el cambio climático- y experimentos de una tecnología piloto que conlleva la instalación de contadores de agua en las granjas.
Los planes futuros de Egipto se enfrentan a un panorama complejo, ya que el país «necesita estudiar detenidamente la elección de los cultivos y los patrones de consumo», advirtió Graziano da Silva, señalando el posible desperdicio de agua que conlleva el cultivo de trigo.
En apoyo de la estrategia de Egipto, aseguró que la FAO apoyará la celebración de un foro de inversiones agrícolas hacia finales de año, con el objetivo de impulsar la inversión en la cadena de valor agrícola y apoyar el crecimiento económico y la generación de empleo, centrándose en cuatro sectores: trigo, azúcar, carne y horticultura.
El asesoramiento en materia de políticas y las mejores prácticas sobre la gobernanza de las zonas de riego es una propuesta clave de la Iniciativa sobre la escasez de agua en el Cercano Oriente y Norte de África de la FAO, que cuenta ya con el respaldo de una red de más de 30 organizaciones nacionales e internacionales.
La iniciativa ha cobrado ahora impulso, reforzada por la adhesión de la Liga de los Estados Árabes, así como por el apoyo de los donantes, señaló Graziano da Silva. Entre las medidas urgentes para apoyarla están las destinadas a reducir la pérdida y desperdicio de alimentos y reforzar la resiliencia de los pequeños campesinos y agricultores familiares, lo que requiere implementar una combinación de intervenciones de protección social, inversiones y transferencias de tecnología, añadió.
Durante su estancia en el país árabe, que finalizó el jueves, Graziano da Silva rindió homenaje a un grupo de mujeres rurales que trabajan para mejorar la nutrición a nivel familiar, beneficiándose de capacitación de la FAO y de fondos rotatorios.
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