Pese a la implementación de sanitarios públicos y el refuerzo de la brigada de limpieza en las calles de París, en Francia, aún existen numerosos infractores que continúan orinando sobre los inmuebles y otros espacios públicos. Frente a eso, el consistorio parisino decidió tomar nuevas medidas: el Uritrottoir.
El consistorio de París creó un diseño en forma de urinario para la pared, el cual arroja la orina sobre un lecho de arena y serrín. Y dado que no necesita agua, pues los materiales antes mencionados absorben el fluído humano, es un invento ecológico. Cuando el sensor del interior notifica que el tanque se ha llenado, el serrín se vacía y se lleva a una planta especial, en donde se descompone en abono para nutrir parques y jardines de la ciudad.
El Uritrottoir reduce el olor, pues la combinación de carbono y nitrógeno –el del serrín y la orina– inhibe la producción de amoniaco, y por tanto los malos olores. Actualmente el dispositivo se está probando tanto en París como en Nantes, la ciudad natal del diseñador, Laurent Lebot.
En caso de que el proyecto sea efectivo, y reduzca la incidencia de orines en las calles, los diseñadores planean crear cabinas para mujeres. Esto ayudará a reducir la cantidad de consumo de agua así como de contaminación en las calles por deshechos humanos.
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