(MADS) – A una de las zonas del oriente antioqueño en donde se vivió la guerra como en ningún otro rincón, llegó “Bosques de Paz”, un programa del gobierno nacional que desarrolla a través del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible para brindar a más de 250 familias la oportunidad de generar sustento a partir de la conservación de un bosque que honra a cada una de sus víctimas.
El corregimiento de Santa Ana está ubicado a una hora y media del municipio de Granada en Antioquia. Sus habitantes se movilizan en chivas, camiones adaptados para escalar las montañas del oriente antioqueño y que son tradicionales en esta región del país. Durante años fue escenario de enfrentamientos entre la guerrilla de las Farc, el ELN y las Autodefensas, dejando a su paso muerte y desolación. De las 700 personas que habitan sus calles, solo quedaron tres, el párroco y dos adultos mayores que se rehusaron a dejar sus casas y sus tierras.
Hoy se siembra paz. El Presidente Juan Manuel Santos junto con el Ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Luis Gilberto Murillo y la Corporación Autónoma de Antioquia, Cornare al frente de su director, Carlos Mario Zuluaga inauguraron el primer Bosque de Paz del departamento de Antioquia con una inversión de más de 300 millones de pesos, beneficiando a más de 250 familias del corregimiento y aliviando el dolor que dejó el conflicto.
“Cada árbol sembrado en este monumento vivo de paz, además de reivindicar a las víctimas, es un sustento de vida para cada una de ellas. Este modelo de desarrollo es liderado por las comunidades quienes a su vez se reconcilian con el medio ambiente que también sufrió las consecuencias desmedida de la crueldad de la guerra. Nuestra meta es lograr 50 Bosques de Paz en todo el país”, indicó el Ministro Murillo durante el acto de inauguración, acompañado por víctimas y autoridades locales.
Para Adriana Galeano, lideresa de Santa Ana este Bosque de Paz es una esperanza de futuro, según esta mujer a que la guerra le arrebató a su padre, hermano, cuñada, este es el mejor legado que puede dejarle a sus hijos. “Este es un sitio y un monumento sagrado para nosotros. Como comunidad sentimos que estamos trabajando por escribir una nueva historia, pues estamos sembrando árboles y vida allí donde solo se cosechaba dolor y muerte”.
La entrada colorida al monumento vivo de paz en Santa Ana, estuvo a cargo del artista Manuel Vanegas, quien a través de una pintura mural plasmó el renacer de esta comunidad con montañas y un nuevo amanecer que acompaña a los campesinos que labran la tierra y trabajan con caña. La obra cita: “Abrazando comunidades restaurativas desde la memoria para el perdón y la reconciliación”.
Cada árbol sembrado lleva el nombre de una víctima, y como señaló el Presidente Juan Manuel Santos, cualquier persona en Colombia o en el exterior podrá adoptar un árbol y pagar mensualmente para cuidado. Este es modelo BanCO2 de pago por servicios ambientales que se consolida como una estrategia de generación de recursos para los campesinos.