Tokio – Japón cuenta con una cultura alimentaria muy singular, que puede contribuir en gran medida a mejorar la nutrición mundial, ha asegurado el Director General de la FAO, José Graziano da Silva, en el curso de su visita al país asiático.

“Japón es un modelo mundial de dieta saludable”, afirmó Graziano da Silva. “Los japoneses –añadió- tienen la tasa más baja de obesidad entre los países desarrollados, menos del cuatro por ciento de la población adulta”.

Graziano da Silva señaló que Japón tiene una cultura de la alimentación «‘única» y saludable, que incluye muchas verduras, frutas y pescado.

Citó la tradición del Washoku, un variado conjunto de técnicas, conocimientos y tradiciones relacionadas con la preparación y el consumo de alimentos, que ha sido declarado Patrimonio Cultural Inmaterial por la UNESCO. El Washoku se basa en el “respeto por la naturaleza” y el uso de ingredientes frescos, de temporada y bajos en grasas, que suponen en conjunto una dieta equilibrada.

El Director General de la FAO realizó estas declaraciones durante su visita a la Universidad Sophia de Tokio. Señaló que Japón posee una gran riqueza de conocimientos y experiencia para compartir con otros países, una interacción que la FAO está dispuesta a promover como actividad relacionada con el Decenio de las Naciones Unidas sobre la Nutrición.

El Decenio tiene como objetivo hacer frente a los malos hábitos alimentarios, estrechamente vinculados a las enfermedades no transmisibles -incluyendo cardiopatías, derrame cerebral, cáncer y diabetes-, unas de las principales causas de muerte prematura, no sólo en los países de elevados ingresos, sino también cada vez más en otras partes del mundo en desarrollo. Estas dietas no son sólo insanas, sino que son insostenibles a nivel medioambiental.

En este contexto, Japón ofrece un ejemplo de eficacia de las políticas públicas y de legislación para promover una nutrición adecuada, especialmente mediante leyes destinadas a educar a los niños y controlar el peso de los adultos, recordó el Director General de la FAO.

Dichas medidas, señaló, están en línea con los compromisos asumidos por los líderes mundiales en la Segunda Conferencia Internacional sobre Nutrición de 2014 (CIN2) y la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, de establecer políticas nacionales dirigidas a erradicar la malnutrición y transformar los sistemas alimentarios para que toda la población pueda disfrutar de una dieta nutritiva.