Un equipo internacional de investigadores ha hecho una nueva estimación de la cubierta forestal del planeta y, gracias a imágenes de Google Earth y otras herramientas, ha constatado que la Tierra tiene al menos un 9 % más de árboles que lo calculado previamente, lo que equivale en hectáreas a otra amazonía.
Los resultados de esta investigación, impulsada por la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), se publican en la revista , Science, en un artículo que podría aclarar la incertidumbre que rodea las estimaciones del sumidero de carbono terrestre.
Por parte española, firma este artículo Luis G. García Montero, de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Montes, Forestal y del Medio Natural, Universidad Politécnica de Madrid (UPM).

Zonas áridas
Para llegar a sus conclusiones, los científicos se fijaron en las zonas áridas del planeta, que cubren alrededor del 40 % de la superficie, si bien hay estudios que señalan que a final del siglo este porcentaje podría aumentar al 50 % debido al cambio climático.
En estas zonas áridas eligieron un total 213.795 parcelas de media hectárea cada una y de ellas examinaron al detalle las imágenes satelitales disponibles principalmente en Google Earth.
Desde la UPM, en concreto, se examinaron instantáneas de 15.000 parcelas de Rusia y Europa, incluido España, gracias al trabajo de varios profesores y 20 alumnos.
“Y entonces vino la sorpresa”, relata a Efe García Montero, quien apunta que cuando vieron al detalle esas imágenes de las parcelas aparecieron más árboles de los que inicialmente creían.

Aumento bosques
En concreto, los investigadores calculan que en la superficie árida terrestre hay entre un 40 y un 47 % más de bosques en comparación con estudios previos -a partir de los datos de las más de 200.000 parcelas analizadas, se extrapolaron los resultados para toda la zona seca del planeta-.
Esto supone 467 millones de hectáreas nuevas de árboles de las que nunca antes se había informado en esas zonas áridas, lo que equivale al bosque tropical de la Amazonía, señala García Montero.
A su vez, este nuevo cálculo aumenta las estimaciones actuales de la cobertura forestal global en al menos un 9 %, detalla el artículo.
No es que hayan crecido nuevos árboles sino que la tecnología, las imágenes en alta resolución, han permitido afinar el cálculo.
“Las imágenes de antes no es que estuvieran mal, sino que daban de sí lo que daban”, detalla García Montero, quien explica que posiblemente las sombras creadas por los árboles y la propia radiación del suelo distorsionaban los barridos de los satélites más viejos y por eso la estimación anterior de árboles era a la baja.

Este nuevo cálculo podría ayudar a aclarar la incertidumbre existente alrededor de las estimaciones de los sumideros de CO2.
En este sentido, García Montero señala que en 2015 la revista Nature publicó un artículo en el que sus autores aseguraban que del carbono que emitimos los humanos y que es capturado por la naturaleza hay un 25 % que no se sabe dónde está: estas nuevas estimaciones en el número de árboles pueden en parte aclararlo. EFE