Novak Djokovic sigue sumando triunfos en París. El vigente campeón de Roland Garros continua firme en su defensa del título y si en primera ronda superó a un especialista de tierra batida como Marcel Granollers, en segunda ronda se encontró ante otro correoso especialista del polvo de ladrillo como Joao Sousa.

El serbio necesitó dos horas y 7 minutos para imponerse al portugués afincado en Barcelona por 6-1, 6-4 y 6-3.
Sin embargo, Djokovic hizo valer su condición de segundo favorito y campeón de 12 títulos sobre arcilla e impuso su jerarquía. Un primer set prácticamente perfecto en el que no concedió una sola bola de break y sólo cometió 7 errores no forzados.

Un segundo parcial en el que sólo dudó al tratar de confirmar el primer break a favor, respondiendo rápidamente con otro quiebre y unos porcentajes más altos en puntos ganados con el primer saque (un 89%). Y una tercera manga en la que, igual de sólido que en la primera, se acercó sin complicaciones a la tercera ronda.
Allí le espera el argentino Diego Schwartzman, a quien domina en el FedEx ATP Head2Head por 1-0, si bien nunca se han medido en la superficie predilecta del jugador de Buenos Aires, la tierra batida.

Tras mostrar su solidez en un partido de gran nivel, Rafael Nadal llegó a la tercera ronda de Roland Garros, pero antes analizó cómo se encontró sobre la pista ante Robin Haase y valoró el hipotético favoritismo que todo el mundo le concede.
“He golpeado bien la derecha”, dijo el número 4 del Emirates ATP Rankings. “En general, he tenido buena sensación. He tenido una sensación de control, de poder cambiar direcciones con frecuencia y sin pensar mucho. A veces, cuando piensas demasiado es porque no tienes la confianza de poder hacerlo”, dijo Nadal. “He pegado golpes ganadores paralelos en momentos importantes. Y he sacado mejor que el primer día”.

Precisamente, el español incidió en la importancia de haber mejorado sus números al servicio, un golpe que estuvo sensiblemente mejor que en la primera ronda ante Benoit Paire, en el encuentro que ambos disputaron en la pista Suzanne Lenglen.

Tras la derrota, Haase dijo que jugar con Nadal a cinco sets en tierra batida es uno de los mayores retos actuales en el mundo del tenis. El mallorquín, sin embargo, aseguró que va día a día y que puede caer en cualquier momento, su discurso habitual de siempre, la base de todos sus éxitos.

“Yo salgo a jugar a la pista a intentar dar lo máximo”, apuntó el español. “Sé que puedo ganar, pero también que puedo perder. Al final, los que están aquí son los 100 mejores del mundo. Hay días en los que las cosas salen mejor y otros peor”, añadió. “Es evidente que a cinco sets uno tiene un poco más de margen, pero solo juego a cinco sets el torneo que es más importante para mí. Lo que a uno le podría dar más tranquilidad la pierde por otra parte. Salgo a jugar y a veces desde fuera se puede tener una percepción, pero siempre tengo el máximo respeto a todos los rivales”.