Por Diego Zandrino, con Chile, fifa.com

Chile empató 1-1 con Australia y está en semifinales de la Copa FIFA Confederaciones Rusia 2017.

El hecho es irrefutable y dice mucho. Pero también lo hace el resultado ante un rival que de a ratos enredó a la Roja, provocándole desajustas que no había mostrado previamente. Aquí van algunas conclusiones que dejó el duelo de Moscú.

El primer objetivo, cumplido
Fue el mensaje que compartieron todos tras el 1-1, tanto Juan Pizzi como sus futbolistas: querían estar entre los cuatro mejores y lo lograron.

A la Roja le colgaron el traje de favorito, se lo puso puertas para adentro y siempre quiso jugar como tal. Así cumplió con las expectativas propias y ajenas.

El mismo técnico admite que hubo algo de «esa presión de estar en semifinales» ante los australianos, un rival «que bien podría ser de cuartos de final en un Mundial», más allá de «no ser una de las grandes potencias».

Razones futbolísticas de un resultado
«El rival muchas veces nos cerró los caminos en base a la disputa y la fricción… Cortaban nuestro juego y nos ganaron los balones divididos. Fue un partido incómodo», explicó Pizzi.

He ahí la razón por la que Chile, más allá del desgaste físico que arrastra por proponer siempre, perdió otra pelea clave para su idea: la de los espacios. Sus jugadores llegaron muchas veces tarde al balón, eso le quitó fineza en los pases y, por lo tanto, fluidez en el juego asociado.

«Nunca pudimos entrar en ritmo», reconoció Arturo Vidal. Fue tal asunto que, por primera vez y más allá de la presión alta del rival, rara vez encontró salida clara y, a ratos, abusó del pelotazo.

Grajeas positivas
– El regreso de Bravo: el arquero fue importante. Tapó un tremendo mano a mano en el primer tiempo, no dudó en el juego aéreo y aportó serenidad en la salida, aún cuando debió dividir la pelota por la presión rival. «Me lo tomé como si fuera mi primer partido con la selección. Me sentí bien», apuntó el capitán.

– Debut goleador desde la banca: «Siempre soñé con hacer un gol con la selección. Espero que me sirva para sumar más minutos», dijo Martín Rodríguez, de 22 años y 6 partidos con la Roja, quien ingresó al inicio del complemento. Independientemente de lo individual, es un buen mensaje desde y para la banca: los suplentes cumplen pero deben aprovechar sus oportunidades. Paulo Díaz, reemplazante de Gary Medel en la zaga, también aprobó con nota.

– La perseverancia: incluso en el desconcierto, el equipo jamás bajó los brazos. No hubo gestos de desaprobación entre compañeros, nadie perdió la calma… «Aún sin mucha claridad, luchamos y lo buscamos siempre. Mentalmente estamos enteros», destacó Vidal.

Números que hablan
7 son los torneos internacionales oficiales consecutivos en los que Chile supera la fase de grupos. Lo logró en 2 Copas Mundiales de la FIFA, 4 Copas Américas y en esta Copa Confederaciones. Su última eliminación temprana sucedió en la Copa América 2004.

Portugal en la mira
«Ronaldo está en un nivel altísimo, pero no son sólo Ronaldo. Ya hemos enfrentado a otras selecciones de ese nivel y respondimos bien. Debemos confiar en lo nuestro», recalcó Vidal.