Desde septiembre del año pasado, 55 selecciones europeas compiten por hacerse con un billete para la Copa Mundial de la FIFA Rusia 2018™. Cada equipo ha disputado hasta la fecha seis partidos clasificatorios, pero sólo dos selecciones han sumado la totalidad de los 18 puntos en juego: Alemania, actual campeona del mundo, y Suiza, que quizás pueda sorprender a más de uno.
Pero los helvéticos llevan más de un año sin perder un solo partido [n.d.r.: exceptuando la derrota frente a Polonia en la tanda de penales de los octavos de final de la Eurocopa del año pasado], han sumado nueve victorias y tres empates desde que cayeron a manos de Bélgica por 2-1 a finales de mayo de 2016.
En estas circunstancias no sorprende que Suiza se haya metido por primera vez entre los cinco mejores equipos de la Clasificación Mundial FIFA/Coca-Cola, por encima de históricos como Francia (9º), España (11º), Italia (12º) o Inglaterra (13º).
“Se ha hecho una gran apuesta por la formación, tanto de jugadores como de entrenadores, y se ha trabajado mucho con la cantera. En un país tan pequeño como el nuestro puede ocurrir que te encuentres generaciones de jugadores con más o menos talento, pero, cuando tienes la firme voluntad de mejorar, el futuro siempre se presenta positivo”, explicaba Vladimir Petkovic poco antes de hacerse cargo de la selección suiza en el verano boreal de 2014. El tiempo le ha dado la razón.
Sin embargo, el buen momento que vive actualmente la selección suiza no era en absoluto un futuro fácil de pronosticar en una época en la que el adiós del seleccionador Ottmar Hitzfeld y del capitán Diego Benaglio después de Brasil 2014 dejaron al combinado helvético ante un periodo de incierta transición.
“Se mantuvo la columna vertebral del equipo y se incorporaron varios jugadores jóvenes”, recuerda Xherdan Shaqiri, uno de los puntales del equipo. “Contamos con una muy interesante combinación de veteranía y juventud. Este equipo va a seguir dando muchas alegrías a la afición suiza”, promete.
Tras caer por 1-0 frente a Argentina en los octavos de final de la Copa Mundial de la FIFA Brasil 2014™, Suiza se clasificó cómodamente para la Eurocopa 2016, donde volvió a caer en octavos, y actualmente va camino de sellar próximamente su billete para Rusia 2018.
“La mayor parte de los integrantes de nuestra selección son jugadores muy jóvenes. Hablamos de futbolistas que militan en las mejores ligas de Europa y que demuestran su calidad cada domingo. Con este equipo no tenemos por qué temer a ningún rival”, cuenta a FIFA.com Pascal Zuberbuehler, que fue en su día portero titular de Suiza y que llegó a disputar nada menos que 51 partidos como internacional.
“El combinado nacional protagonizó un gran inicio en la fase de clasificación mundialista, sobre todo con la victoria contra Portugal. El seleccionador está llevando al equipo por el buen camino. Si siguen trabajando así de bien, el futuro podría deparar grandes éxitos”.
Un éxito que tiene su origen en los años 90
Suiza cuenta con jugadores de primer nivel que ya han demostrado su categoría en el escenario internacional, como el guardameta Yann Sommer (Borussia Moenchengladbach), Stephan Lichtsteiner (Juventus de Turín), Shaqiri (Stoke City) o Granit Xhaka (FC Arsenal) y Ricardo Rodríguez (AC Milan), que en 2009 se proclamaron campeones de la Copa Mundial Sub-17 de la FIFA. El plantel del combinado helvético se completa con jóvenes talentos ávidos de éxito como Breel Embolo (Schalke 04).
“Se iniciaron proyectos en el momento justo, concretamente en la década de 1990, orientados principalmente a la promoción de los jóvenes talentos, y se hizo una labor impecable”, explicaba Jakob Köbi Kuhn, seleccionador de Suiza entre 2001 y 2008, hace unos años a FIFA.com.
“No sólo nos admiraban en medio mundo, sino que además muchas personas de las grandes potencias futbolísticas nos preguntaban: ‘¿Cómo es posible que un país tan pequeño dé la talla en competiciones internacionales?’ Obviamente, hay figuras concretas responsables de este éxito, pero todos podemos sentirnos orgullosos de nuestro fútbol”, añadió el técnico.
Los planes inmediatos de Suiza en la competición preliminar mundialista pasan por sumar seis nuevos puntos ante Andorra (31 de agosto) y Letonia (3 de septiembre). Posteriormente, frente a Hungría (7 de octubre) y Portugal (10 de octubre), el combinado helvético espera certificar el billete para la que sería su decimoprimera Copa Mundial de la FIFA™ y cuarta consecutiva. Si la escuadra suiza lo consigue, su afición podrá sentirse un poco más orgullosa si cabe.