Por Clara Navio
efeverde.com
Es muy posible que los bosques y la gestión forestal que en ellos se realiza, especialmente la explotación para obtener materias primas y productos forestales no maderables, sean poco conocidos fuera del entorno rural. Pero, lo cierto es que en ellos se genera bastante más actividad y se obtienen muchas más cosas para nuestra vida diaria de los que somos conscientes. Por no hablar de los servicios ambientales gratuitos que nos dan: regulan del clima y participan en el ciclo del agua, albergan biodiversidad, retienen el suelo y evitan su erosión, capturan CO2, etc.
Si poco conocidos son los bosques, también lo serán los trabajos para gestionarlos, que son a los que se alude cuando se afirma que los montes arden porque no están cuidados. En general y al menos en teoría, los montes cuidados y atendidos no se queman.
Pues bien, de esos montes son de los que se extrae madera, pero también corcho, biomasa, frutos, resinas, etc., y para su cuidado y gestión se emplean máquinas específicas, con sus neumáticos también específicos, que, vistas desde fuera, resultan muy interesantes. Y si se es un poco friki de las creaciones de los ingenieros, hasta se disfruta bastante viéndolas en acción. Maquinarias que han hecho posible que el trabajo de los operarios forestales sea menos penoso físicamente, que ya bastante lo es por el entorno en el que lo desempeñan.
En la primera parte dedicada a los neumáticos de maquinas forestales, se ha descrito el trabajo y cómo lo hace de la procesadora. Que es, como si dijéramos, el no va más de todas estas máquinas.
El skidder entra en función cuando la procesadora termina. «Es un tractor que arrastra los troncos una vez cargados, para agruparlos en montones grandes en zonas cercanas a las pistas forestales y después cargarlos en los remolques para su transporte», explica la profesora Cristina Pascual, del Departamento de Ingeniería y gestión forestal y ambiental, de la ETSI de Montes. Esta máquina, se define como de ‘arrastre severo’, el término que utiliza Ramón Martínez, Country Manager de Trelleborg Wheel Systems España quien añade «esta maquinaria se equipa con neumáticos premium de la gama forestal, porque necesita mayor tracción, estabilidad y resistencia a cortes y desgarros».
La necesidad de neumáticos específicos es común a toda la gama de maquinaria forestal, porque «aunque tengan un aspecto exterior similar a los neumáticos agrícola, – continúa Martínez-, su construcción es bastante distinta, porque los trabajos forestales exigen una construcción que garantice un óptimo rendimiento. Por eso, el uso de compuestos más resistentes, específicos para la aplicación forestal, y una carcasa reforzada con acero para darle más resistencia, son esenciales para las duras tareas forestales. Lo que sí tienen en común con los neumáticos agrícolas es la necesidad de tracción y auto limpieza», es decir, que el barro no se quede adherido en los huecos entre los tacos de los neumáticos.
Estos dos factores son lo que van a ayudar a que la máquina patine menos, y también a reducir su consumo de combustible, «la capacidad de tracción es la principal característica para que ese consumo sea menor, junto con la capacidad de autolimpieza. Al tener una banda de rodaje con un dibujo que resalte las características de tracción y de auto limpieza, la máquina patinará menos y no tendrá que hacer tanto esfuerzo, con el consiguiente ahorro de combustible».
La procesadora y el skidder son máquinas que se emplean cuando se cortan los árboles, que después el autocargador «que tiene un remolque con un brazo telescópico con el que coge los troncos, los carga en el remolque», detalla Cristina Pascual.
Pero antes de esto o después, según se mire, hay que hacer la repoblación forestal. Que puede hacerse bien con semillas propias, bien «por la obtención de las plantas en un vivero, donde se emplea más bien maquinaria agrícola, como tractores o abonadoras», puntualiza la profesora Pascual. Sin embargo «en la operativa en el monte se usa la retroaraña, una máquina pequeñita y muy versátil, y que se adapta muy bien a terrenos abruptos en los que usar tractores es arriesgado por las pendientes». La máquina, como se puede ver en las imágenes, tiene un cierto aspecto ‘espacial’ como las que vemos en tantas películas de ciencia ficción. Pero esta no lo es, al contrario, es bien terrícola y Pascual nos da una descripción detallada: «Es una máquina pequeña, que tiene un bastidor giratorio donde va el motor y el sistema hidráulico, del bastidor salen las cuatro patas que se pueden poner en cualquier dirección y también se pueden alargar, por cilindros hidráulicos, y tienen garras para afianzarse al terreno. Lleva un brazo hidráulico, articulado y telescópico, en el que se pueden colocar distintos aperos, como el ahoyador, para hacer los hoyos; un cabezal cortador; un subsolador, que es como un arado más robusto que profundiza más, para preparar el terreno, descompactar el suelo, hacer surcos, etc.». Un repertorio de posibilidades importante, desde luego. Y lo mejor de todo es «no tiene elementos mecánicos, sino que el motor se acciona por una bomba que aprovecha o transforma en energía oleodinámica, el mismo principio que la hidráulica, pero aquí el fluido de presión es aceite».
Además de estas, hay una serie de máquinas que sirven para realizar tareas muy concretas, y que Cristina Pascual enumera: «las desbrozadoras para retirar matorral para que no le haga competencia a lo que se vaya a plantar. Llevan unos ejes con cadenas, con las que lo cortan y lo machacan, y se utiliza para combustible de equipos energéticos. Y lo más novedoso son unas empacadoras, que hacen balas con los residuos de copa, ramas, restos de troncos, para transportarlo todo más fácilmente. El destino de estas balas suelen ser papeleras o madereras».
Como se ve en los bosques gestionados el nivel de aprovechamiento de los materiales y productos que allí hay es máximo, y son una fuente de riqueza y trabajo para el medio rural muy importante. Cristina Pascual lo resume bastante gráficamente: «cultiva árboles para aprovechamiento energético es muy parecido a cultivar trigo u otro producto agrícola».