Unos 2,5 millones de niños en el Caribe precisan asistencia humanitaria urgente tras el paso del huracán Irma, alertó este jueves el Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF).
Sin embargo, ese número podría crecer una vez que se completen las evaluaciones de daños en las zonas más afectadas de Cuba, Haití, República Dominicana, Anguila, Barbuda y las islas Vírgenes y Turcas y Caicos.
Una de las principales preocupaciones de UNICEF es las consecuencias sanitarias que pueden padecer los niños tras los graves daños que sufrieron las infraestructuras de agua, saneamiento y electricidad.
Por ello, UNICEF trabaja con sus socios para asegurar la disponibilidad de agua potable y además proporciona apoyo psicosocial a los niños afectados por el desastre natural e intenta restaurar el sistema educativo lo más rápido posible.
En las islas del Caribe Oriental unas 73.000 personas, entre ellas 20.000 niños, siguen afectadas por el impacto del ciclón y más de 100 escuelas presentan daños.
El personal de UNICEF en el terreno reparte tabletas de purificación de agua, kits de higiene, tiendas de campaña y material educativo.