HOUSTON — El venezolano José Altuve recién llegaba a la caseta de los Astros después de conectar su tercer jonrón del partido, cuando George Springer le tomó el bíceps derecho para examinarlo, como si buscara una explicación al extraordinario poder de su compañero.
«Se asegura de mantener su rutina del gimnasio, cualquiera que esa sea», dijo Springer. «El tipo es increíble».
El campeón de bateo de Grandes Ligas realizó una demostración sin precedentes de poder, y los Astros de Houston castigaron a Chris Sale al derrotar el jueves 8-2 a los Medias Rojas de Boston en el primer juego de la Serie de Campeonato de la Liga Americana.
Con un coro de cánticos de «MVP» para cada una de sus apariciones al plato, Altuve, de tan solo 1,67 metros de estatura, disparó cuadrangulares en el primer y quinto innings en contra de Sale. Se volvió a volar la barda en el séptimo capítulo contra el relevista Austin Maddoxpara darle a Houston ímpetu al arrancar la serie al mejor de cinco partidos.
«Cuando cruzo esa línea de cal me siento del mismo tamaño que los demás», dijo Altuve.
Fue la décima ocasión en que un pelotero batea tres jonrones en un juego de postemporada y el primero desde que el venezolano Pablo Sandoval lo consiguiera por los Gigantes en el primer juego de la Serie Mundial de 2012 en contra de Detroit. Babe Ruth logró la hazaña en dos ocasiones.
«Le dije que la última vez que había visto tres jonrones en un juego fue a Pablo Sandoval y yo admití dos de ellos, así que me alegra que alguien más lo consiga», dijo el pitcher ganador, Justin Verlander.
Altuve se convirtió en el primer jugador de los Astros en conectar tres cuadrangulares en un partido desde 2007, cuando el panameño Carlos Lee lo hiciera en campaña regular. Quedó tan sorprendido como todos de que ahora esté en la misma categoría que el «Bambino», Reggie Jackson y el dominicano Albert Pujols.
«Pegué el primero y me quedé: ‘Wow'», reconoció. «Y con el segundo dije: ‘Wow, ¿qué está pasando aquí?'».
¿Qué pensó después del tercero?
«Tengo que despertar», comentó con una sonrisa.
Después de charlar con Springer tras su tercer vuelacercas, los compañeros de Altuve lo convencieron de que saliera a recibir la ovación del público. Y después de tocar su gorra para los aficionados, uno de ellos cerca de la caseta sostuvo un letrero que decía: «El chico puede batear».
Verlander lanzó seis efectivas entradas y mejoró a 6-0 desde que llegó a Houston en un canje con Detroit. Tiene marca de 5-0 con 2.24 de efectividad en nueve aperturas en series divisionales.
Sale, líder de ponches de Grandes Ligas, fue castigado con siete carreras en poco más de cinco innings de su debut en postemporada.
El segundo juego es el viernes, y Dallas Keuchel será el abridor de los Astros en contra de Drew Pomeranz.
Uno de los jugadores de menor estatura en Grandes Ligas, Altuve se erigió como el gran líder de los Astros. Es uno de los pocos jugadores sobrevivientes del largo proceso de reconstrucción del equipo, en el que hilvanaron tres campañas de al menos 100 derrotas entre 2011 y 2013, y posiblemente sea la principal razón por la que el equipo transitó sin problemas este año hacia el título de la División Oeste de la Liga Americana.
Por los Astros, los venezolanos José Altuve de 4-3 con tres producidas y tres anotadas; Marwin González de 4-1 con dos remolcadas. El cubano Yulieski Gurriel de 4-1. El puertorriqueño Carlos Correa de 4-0.
Por los Medias Rojas, los dominicanos Hanley Ramírez de 3-2; Rafael Devers de 3-0 con una producida; Eduardo Núñez de 1-0. El venezolano Sandy León de 4-2 con una producida.
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