Esta semana vehículos con diseños imposibles de todo el mundo compiten en la carrera World Solar Challenge, 3.021 kilómetros por el desierto de Australia para promover la energía solar en un planeta amenazado por el cambio climático.

El recorrido empezó este domingo en Darwin, al norte del país, con 42 equipos de 21 naciones y tiene la meta en el sur, en Adelaide.
Los competidores, divididos en la clase Challenger, que valora la rapidez; la clase Cruiser, introducida en 2013 para premiar la practicidad, y la clase Adventure, disponen hasta el 15 de octubre para completar la distancia.
Los rivales a batir son los holandeses, en concreto el equipo Nuon Solar, formado por estudiantes de la Universidad Tecnológica de Delft, la decana de la especialidad en Holanda, que ha ganado todas las carreras Challenger celebradas desde 2001, menos en 2009 y 2011, que quedó detrás de los japoneses de la Universidad de Tokai.

Edición 2017, la trigésima

Este año, cuando el World Solar Challenge celebra su trigésimo aniversario, la Universidad de Tokai, con el vehículo Tokai Challenger, cruzó el primero por el control de Katherine, seguido del Nuna 9, de la Universidad Tecnológica de Delft.
Pero dos horas después, los holandeses habían adelantado a los japoneses.

El coche holandés Nuon Solar empieza la competición.

El coche holandés Nuon Solar empieza la competición. EFE/GLENN CAMPBELL

“¡Ya estamos en la primera posición! 2 horas después del primer control, nos hemos puesto en la delantera”, anunció el equipo Nuon Solar por su cuenta en Twitter.
Esta posición se mantenía en el control de Daily Waters, al que el Nuna 9 llegó el primero con una velocidad media de 82,3 kilómetros por hora.
Ocho minutos después, el Tokai Challenger cruzó el control con una velocidad media de 80,8 kilómetros por hora; y dos minutos más tarde le siguió Unlimited 2.0, de la Universidad Western Sydney, a 80,5 kilómetros por hora.
Los participantes en la clase Cruiser viajan más despacio y encabezaba la carrera al paso por el control de Katherine el Stella Vie, de Universidad Tecnológica de Eindhoven (Holanda), con una velocidad media de 65 kilómetros por hora.
La Universidad Tecnológica de Eindhoven ha ganado la carrera en la clase crucero en las dos ocasiones que se ha celebrado desde su creación, lo hizo en la edición de 2013 con el Stella y repitió en 2015 con el Stella Lux.

Chile, único equipo latinoamericano

El coche solar japonés en el inicio de la 30 Word Solar Challenge, en Darwin.

El coche solar japonés en el inicio de la 30 Word Solar Challenge, en Darwin. EFE/GLENN CAMPBELL

Chile es la única nación Latinoamericana que participa en el World Solar Challenge de 2017, lo hace por primera vez en la clase Challenger con el coche Intikallpa IV, construido por la Universidad de La Serena y la Minera Los Pelambres.
Intikallpa significa en lengua quechua energía del sol y el modelo de este año lleva los mismos materiales que se emplean en la construcción de automóviles de la Fórmula Uno, aviones de combate y veleros.
Si en 2015, quedaron segundos en la clase Adventuer, la versión que han presentado en esta edición a Challenger cuenta con un diseño más aerodinámico que ofrece un ahorro del 15 por ciento en el consumo de energía.

 Hans Tholstrup

Alemania, Bélgica, Canadá, Corea del Sur, Hong Kong (China), India, Irán, Japón, Polonia, Singapur, Sudáfrica, Suecia, Tailandia, Taiwán y Turquía son otros países que participan en esta carrera que empezó en 1987, inspirada en una idea del aventurero danés Hans Tholstrup, con el objetivo de promocionar el desarrollo de vehículos solares.
El ganador en 1987 fue el coche Sunraycer, de General Motors, con una velocidad media de 67 kilómetros por hora.
Las energías renovables, entre ellas la solar, contribuyen a combatir el cambio climático, uno de los mayores retos que afronta la humanidad del siglo XXI. Efeverde