Las Avani Eco Bags aspiran a ser la solución a las bolsas de plástico: aunque su aspecto es similar al de una bolsa de plástico convencional en realidad están fabricadas con fibras vegetales de yuca y resina natural. Son biodegradables y reciclables “de verdad”, y como no son tóxicas sirven como abono una vez que ya no son necesarias.

La forma rápida de deshacerse de ellas es poniéndolas en agua caliente, a unos 80°, aunque las bolsas desaparecen de forma natural principalmente devoradas por microorganismos, sin dejar residuos o convertidas en CO2 y agua en cuestión de meses.

Según el fabricante, estas bolsas biodegradables tienen el mismo volumen y «resisten “casi” tanto peso» como las bolsas convencionales fabricadas con plástico basado en petróleo.

 

 

De 1950 a la actualidad se produjeron 9 mil millones de toneladas de plástico de las cuales solo 2 mil millones de toneladas están en uso. ¿El resto?: disperso por todo el mundo en formato basura, según un estudio reciente realizado por la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos.

El plástico es en el planeta, definitivamente, una plaga reproducida por el humano, que no la puede ni sabe controlar. Obstruye y contamina ríos, mares y océanos, se aloja en el estómago de animales y produce daños irreversibles en la biodiversidad, ya que puede tardar más de mil años hasta degradarse.