“En la web de Global Footprint Network (Red Global de Huellas) se ofrece un cuestionario en línea (en inglés) que permite determinar cuál es la huella ecológica individual, es decir cuál es el área biológicamente productiva necesaria para respaldar el estilo de vida de la persona que lo realiza.”
¿Cómo se hace?
La calculadora de huella ecológica se basa en contestar una docena de preguntas sobre lo que se come, el tipo de vivienda y los medios de transporte. Algunas de las consultas son: ¿con qué frecuencia se alimenta de productos derivados de los animales? o si en casa se cuenta con electricidad.
Este breve cuestionario de Global Footprint Network permite saber cuántas Tierras serían necesarias, para cumplir con las necesidades de los habitantes del planeta, en el caso de que todos adoptaran, el estilo de vida de quién lo realiza.
Las respuestas también permiten pronosticar cual es el Día de Sobrepaso personal, es decir la fecha en la que el interesado, habría utilizado tantos recursos naturales, como la Tierra puede renovar al cabo de un año entero. En la mayoría de los casos especialmente en entre los habitantes de los países más desarrollados, los resultados son alarmantes.
¿Para qué sirve?
Los esfuerzos de la Red Global de Huellas se orientan a proporcionar una medición personal, que permita relacionar el consumo de recursos con las actividades diarias y con el estilo de vida de cada uno de los individuos, que habitan la Tierra.
Esta organización en general suele proporcionar datos acerca de la huella ecológica a nivel individual y de las naciones. Un ejemplo de ello es que, según sus cálculos, solo los EEUU necesitan cinco tierras, para mantener el estilo de vida promedio de sus habitantes.
Estos datos permiten conocer hasta qué punto es sostenible el tipo de vida que se lleva. Cada individuo tiene que ser consiente del modo en el que consume, para poder tomar medidas al respecto y comenzar a cambiar de hábitos, si pretende que las generaciones venideras tengan un lugar apto para vivir.
¿Qué le falta?
Según los expertos es necesario que se pueda hacer un cálculo preciso de las huellas ecológicas de los edificios, dado que, aunque éstos dependan de los seres humanos, cada vez es más importantes saber cuál es su incidencia a nivel global.
¿Cuántas tierras se necesitarían para aportar los recursos de los edificios construidos, más allá de los estándares? Dado que el objetivo fundamental es la sostenibilidad del planeta, resulta pertinente, contar con la información que permita saber cuáles son los pasos a seguir, para lograr la sostenibilidad medioambiental edilicia, presente y futura.
Uno de los problemas que se plantea a la hora de lograr este objetivo es que la terminología y los conceptos se entremezclan y a veces hasta se confunden, por ejemplo, no es lo mismo la Huella ecológica que el impacto ambiental. Otro término que se emplea habitualmente en el ámbito de la construcción verde es el de “huella de carbono”, que, si bien es una medición que se relaciona y es parte de la biocapacidad edilicia, no abarca todos los factores, que sí implica la huella ecológica.
Fuente: Sostenibilidad
ecoticias.com