No más asesinatos sin castigo
La seguridad de los periodistas es vital para que las sociedades y las democracias tengan acceso a una información diversa e independiente. También lo es para promover el diálogo intercultural, la paz y el buen gobierno. Sin embargo, lamentablemente, en los últimos once años, 930 periodistas han sido asesinados por cumplir con su tarea de informar al público, según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) . Estas cifras no incluyen otros crímenes contra los periodistas como la tortura, las desapariciones, las detenciones arbitrarias, la intimidación o el acoso.
Es preocupante que el 90 por ciento de los asesinatos quede impune. Esta impunidad daña a la sociedad en su conjunto al encubrir la corrupción, los abusos graves de derechos humanos y muchos otros crímenes. El tipo de noticias que son «silenciadas» es exactamente el tipo de información que necesita la opinión pública. Además, tiene un efecto aterrador sobre toda la sociedad y, en particular, sobre los propios periodistas; la impunidad envalentona a los delincuentes y conduce a una mayor violencia, estableciéndose así un círculo vicioso.
Para acabar con esta impunidad, la Asamblea General aprobó una resolución en la que insta a los Estados Miembros de las Naciones Unidas a hacer todo lo posible por prevenir la violencia contra los periodistas y trabajadores de los medios de comunicación y a asegurar que los autores de esa violencia rindan cuentas ante la justicia. En la resolución también se establece este Día Internacional para concienciar a la opinión pública sobre la gravedad de este asunto.