En Latinoamérica y el Caribe ha habido progresos en la política y gestión del agua, sin embargo, persisten «problemas gravísimos» por la «desigualdad» social, ha manifestado el sociólogo y coordinador de la Red Waterlat-Gobacit, José Esteban Castro.
El experto argentino, en entrevista con Efeverde, ha explicado que si bien se han reducido los índices de pobreza en Latinoamérica gracias al acceso a este recurso y a los sistemas de saneamiento, según el Banco Mundial, el 70 por ciento de las aguas residuales se vierten nuevamente sin tratar, lo que “arruina las fuentes”.
Problemas de salubridad
Además, “el 12 % de la población sigue defecando al aire libre” en el continente, subiendo “al 13 % en Brasil y Colombia”, ha sostenido Castro, quien hoy ha intervenido en la conferencia “Agua y metrópolis” organizada por la Fundación We Are The Water de Barcelona en colaboración con la Casa América de Cataluña.
Pero el continente es “enormemente diverso” al igual que el Caribe, que “unas veces se le incluye y otras no”.
Castro, coordinador de la Red Waterlat-Gobacit, organismo dedicado a la docencia, investigación e intervención inter y transdisciplinaria relacionado con la política y gestión del agua, ha dicho que en los últimos diez o quince años “se ha hecho un esfuerzo muy grande” en las políticas de este recurso, sobre todo en algunos países.
Ha destacado el caso de Brasil y Argentina, ya que “otros países ya tenían una buena posición, pero, en general, porque son territorios más pequeños”.
En Brasil, se consiguió en 2007 la aprobación de la Ley de Agua y Saneamiento, y es un “legado importante del Partido de los Trabajadores”, que mejoró mucho la situación de miles de personas, pero que actualmente, debido a la situación del país, podría entrar en “un retroceso de los logros conseguidos”.
Fuentes de agua no controladas
A pesar de que la situación es grave por la disponibilidad hídrica, hay un alto porcentaje de población “sin agua limpia y con fuentes no controladas”.
Pero, además, se da el abuso de los repartidores o distribuidores de agua que tienen preciso “abusivos” y no cuidan el recurso.
En México, se dispone de legislación sobre agua, sin embargo, es un país donde a pesar de que las clases medias tienen acceso, las más pobres sufren la escasez del líquido y “no se puede beber agua del grifo”.
Castro ha aseverado que persisten “problemas gravísimos” para una región que contiene una buena parte del agua dulce del planeta.
Desigualdad estructural
El mayor problema es “la desigualdad estructural”, es un continente rico, pero con los mayores índices de desigualdad del planeta, un factor fundamental “del que no se habla” porque habría que emprender “profundas reformas” tanto económicas como sociales en la región “que no interesa”.
En Latinoamérica “no se ha conseguido alcanzar el estado de bienestar como se logró en Europa”, lo que posibilitó la “reducción de la desigualdad”, salvo en Uruguay y Costa Rica.
“La democracia sufre si no se reduce la desigualdad, y es ahí donde está la raíz de la pobreza”.
Trabajo en las áreas rurales
El acceso al agua no es solo cuestión de tecnología, “es cuestión de trabajar en todo el territorio”.
Pero en Brasil, por ejemplo, el Estado no “entra en las favelas porque las considera territorios irregulares” y las empresas privadas tampoco “porque no hay beneficios”.
Entonces las zonas rurales se abandonan, ha asegurado Castro, y ha añadido que Brasil y Colombia, por ejemplo, no han desarrollado una política rural del agua.
Colombia “se lo está pensando ahora con las negociaciones de los procesos de paz”.
Pero la paradoja, ha explicado el experto de Waterlt-Gobacit, es que en Brasil, según un estudio elaborado en Recife, se comprobó que el mosquito causante del zika “picaba” por igual a ricos y pobres.
Sin embargo, los más afectados eran los pobres por sus deficientes condiciones salubres y la falta de acceso al agua.
Contaminación de las fuentes por la agricultura
A la falta de acceso al recurso, “se suman otros problemas históricos de falta de servicios esenciales como agua limpia, sistemas de saneamiento y tratamiento de aguas residuales”.
Pero hay que “enfocar muchos otros aspectos”, y, entre ellos, la contaminación ya que en América Latina el agua “está siendo afectada por una serie de procesos”.
A la “contaminación histórica que causaban las ciudades o las industrias”, hay que agregar desde hace unos años la “contaminación de los agronegocios masivos por la utilización de pesticidas agrotóxicos”, que han contaminado acuíferos, ríos y otras fuentes de agua.
Y, además, la minería a gran escala que “está destruyendo también muchas fuentes de agua” y ha generado muchos conflictos sociales y políticos en Latinoamérica.
Tratamiento de aguas residuales e infraestructuras
Pero otro gran problema es el de las infraestructuras y aguas residuales, que no se abordan porque “no dan votos”, no son “obras sexys”.
Actualmente hay soluciones con tecnología básica, como en Colombia donde dos comunidades gestionan plantas con un coste muy bajo, pero el Gobierno no se interesa en promoverlas.
Son infraestructuras que implican “altos costes y los Estados no los asumen”.
Londres es un caso muy evidente, en el que los “laboristas han demandado el fin de la privatización del agua. Todos los años cuando el Támesis se desborda, también se desbordan las cloacas y se vierte casi la mitad. Pero las autoridades no reaccionan por el alto coste que tendría las obras”.
En Recife, la quinta ciudad brasileña, en la que más de la mitad de la población vive en favelas, se demostró en un proyecto la necesidad de abarcar un “tratamiento sanitario integrado”.
Es decir, es necesario hacer canalizaciones, pavimentación de calles, tratamiento de aguas residuales, salubridad en los hogares.
Corrupción en las privatizaciones
Hay una tendencia a la “privatización” de esos servicios por su coste, pero es donde “se producen los casos de corrupción con empresas privadas”.
La corrupción es como la pobreza, “un síntoma más que no es nuevo”.
Es “el aceite de la máquina”, no hay democracia sustantiva para controlar a políticos y empresarios.
En Argentina se dio el caso con la empresa Suez, en el que el Estado canceló el contrato ante el “incumplimiento de ciertas condiciones del mismo”. A pesar de ello, el Estado fue condenado a pagar un indemnización muy alta a la empresa.
Es necesario “fortalecer la democracia” para ejercer más control.
Cambio climático
A todo ello se suman las consecuencias del cambio climático que están afectando las fuentes con procesos de “desertificación pronunciada como los glaciares”, algunos de los cuales se han reducido y otros se perderán en unos años y afectarán a varias ciudades que dependen de ellos.
Objetivos de Desarrollo Sostenible
No se puede “ser optimista en este momento”. En los Objetivos del Milenio de la ONU, once países de América no lograron el acceso al agua y 19 a sistemas de saneamiento.
Pero “tampoco se van a conseguir en 2030 los Objetivos de Desarrollo Sostenible, solo se alcanzarán si se modifican los enfoques políticos”. Efeverde