El hidrogeno al poder
Fundada en 1979, la empresa Ballard dio a conocer en 1993, el primer autobús con cero emisiones y motor de hidrógeno, a escala mundial. Gracias a ello, su fundador Geoffrey Ballard (hoy fallecido) fue nombrado por la revista Time: “héroe del planeta”.
En 2008 y dado que el desarrollo de las infraestructuras de celdas de combustible de hidrógeno avanzaba muy lentamente, Ballard vendió dicha tecnología verde, a la empresa automotriz conformada por el consorcio de Ford Motor Co. y Daimler AG y cambió su enfoque hacia vehículos de consumo, interesándose en la posibilidad de fabricar medios de transporte público más “verdes”.
En 2015, Ballard fue nombrada por el Canadian Innovation Exchange, como una de las 20 empresas más innovadoras de Canadá, gracias a la creación de su motor de celdas de combustible de 85 kW, que se utiliza para impulsar a los autobuses urbanos.
En los últimos años, la compañía de Ballard ha incursionado en el sector del transporte chino, un país donde enfrentan un grave problema de contaminación medioambiental, para el que los vehículos “cero emisiones”, constituyen la clave para solventar una gran parte de esta situación.
La ventaja de los motores de celdas de combustible es que son dispositivos limpios, que producen electricidad mediante una reacción química, que se produce al introducir el gas de hidrógeno, cuyo resultado alimenta un motor.
Una de las necesidades que la empresa encontró en el gigante asiático, era la de fabricar motores de células de combustible, que se adecuaran a vehículos comerciales más pequeños. Con ese fin, Ballard creó el año pasado, su motor FCveloCity de 30 kW, que ha revolucionado el mercado chino.
Controlando lo incontrolable
Ante la realidad de que los vehículos autónomos ya están prácticamente a la vuelta de la esquina, Moovee Innovations Inc. desarrolla productos de detección situacional y de predicción de movimiento, para los coches que auto conduzcan.
Todas las grandes empresas automotrices y de tecnología verde, están empeñadas en reemplazar al ser humano, a la hora de conducir un vehículo. El problema es que en realidad esta situación está creando varias incógnitas y aparentemente, parece más fácil decir qué es lo que se debe hacer, que llevarlo a la práctica.
Moovee Innovations, está desarrollando un sistema de detección situacional, con el que se podrán capturar datos de magnitud 6D en tiempo real y predecir los movimientos, teniendo en cuenta un mapeo del paisaje urbano, la interacción peatonal y el tráfico.
Su sistema esencialmente le permitirá a un vehículo autónomo conocer y valorar todo su entorno, con el objetivo de garantizar la seguridad, de quienes viajen en el vehículo y de todo aquel que pueda cruzarse en su camino.
La compañía tiene un prototipo funcional que, según su CEO, Donald Wong tiene un hardware y un software, que ya están funcionando de forma conjunta y según lo previsto. El siguiente paso será el de colocar dicho sistema en un prototipo, que resulte adecuado para el entorno automotriz y que les permita hacer pruebas, para comprobar la viabilidad del mismo y de sus sensores.