«La acidificación de los océanos a menudo se llama ‘el gemelo igualmente malvado del cambio climático’, y muchas investigaciones actuales describen tremendos efectos del aumento de los niveles de CO2 en los ecosistemas marinos», dice Linda Weiss, de la Universidad Ruhr Bochum, en Alemania. «Sin embargo, se han pasado por alto los ecosistemas de agua dulce –añade–. Nuestros datos indican otro problema de pCO2: la acidificación de agua dulce dependiente de pCO2».
CO2, el enemigo Nº1 de las aguas dulces
Igual que ocurre con la acidificación en los mares, el exceso de CO2 emitido a la atmósfera está repercutiendo en las aguas dulces, según las pruebas de un estudio publicado en ‘Current Biology’.
Los investigadores encontraron que algunos ecosistemas de agua dulce se han vuelto más ácidos con el aumento de pCO2 (presión parcial de CO2) y, en estudios de laboratorio, vieron que los incrementos en pCO2 de agua dulce pueden tener efectos perjudiciales en al menos una especie clave, un pequeño crustáceo de agua dulce, dejándole menos capaces de detectar y defenderse de los depredadores. Los hallazgos sugieren que el aumento de los niveles de CO2 puede estar teniendo efectos generalizados en los ecosistemas de agua dulce.
«La acidificación de los océanos a menudo se llama ‘el gemelo igualmente malvado del cambio climático’, y muchas investigaciones actuales describen tremendos efectos del aumento de los niveles de CO2 en los ecosistemas marinos», dice Linda Weiss, de la Universidad Ruhr Bochum, en Alemania. «Sin embargo, se han pasado por alto los ecosistemas de agua dulce –añade–. Nuestros datos indican otro problema de pCO2: la acidificación de agua dulce dependiente de pCO2».
Los análisis sobre la acidificación de los océanos han demostrado que existen consecuencias para las redes alimentarias marinas, los ciclos de nutrientes, la productividad general y la biodiversidad. Sin embargo, según los investigadores, sorprendentemente han sabido muy poco sobre el impacto del aumento del CO2 atmosférico en los sistemas de agua dulce. Aunque los científicos esperaban que hubiera un aumento de la pCO2 en los cuerpos de agua dulce, faltaban datos, segun el estudio publicado en Current Biology.
ACIDIFICACIÓN DEL AGUA DULCE MÁS RÁPIDA QUE LA DE LOS OCÉANOS
Para investigarlo, Weiss y sus colegas observaron cuatro depósitos de agua dulce en Alemania. Su análisis de los datos de más de 35 años, de 1981 a 2015, confirmaron un incremento continuo de pCO2. Al igual que en el océano, ese aumento se ha asociado con una disminución del pH (aumento de la acidez). De hecho, informan de un cambio en el pH de alrededor de 0,3 en 35 años, lo que sugiere que las aguas dulces se pueden acidificar a un ritmo más rápido que los océanos.
Con el fin de conocer el efecto que tiene el aumento de pCO2 sobre los organismos de agua dulce, los investigadores centraron su atención en pequeños crustáceos de agua dulce llamados ‘Daphnia,’ también conocidos como pulgas de agua. Las dafnias son una especie dominante en muchos lagos, estanques y embalses, y son importantes como fuente primaria de alimento para muchos animales más grandes.
Cuando las dafnias sienten que los depredadores están a su alrededor, responden generando cascos y púas que los hacen más difíciles de comer. El equipo de Weiss descubrió en el laboratorio que los niveles crecientes de pCO2 obstaculizan la capacidad de las pulgas de agua para producir esas características de protección.
«Los altos niveles de CO2 reducen la capacidad de ‘Daphnia’ para detectar a su depredador –advierte Weiss–. Esto reduce la expresión de las defensas morfológicas, haciéndoles más vulnerables». Esta experta agrega que estos efectos en ‘Daphnia’ pueden tener efectos más amplios en las comunidades de agua dulce.
Weiss dice que tuvieron la suerte de obtener una serie de datos tan larga sobre cuatro yacimientos de agua dulce, pero considera que ahora será importante reunir más datos que representen los embalses de agua dulce de todo el mundo. «Ahora queremos saber el grado global de este fenómeno –adelanta Weiss–. La pregunta es: ‘¿Todos los embalses de agua dulce son propensos a este tipo de acidificación?».

Igual que ocurre con la acidificación en los mares, el exceso de CO2 emitido a la atmósfera está repercutiendo en las aguas dulces, según las pruebas de un estudio publicado en ‘Current Biology’.

Los investigadores encontraron que algunos ecosistemas de agua dulce se han vuelto más ácidos con el aumento de pCO2 (presión parcial de CO2) y, en estudios de laboratorio, vieron que los incrementos en pCO2 de agua dulce pueden tener efectos perjudiciales en al menos una especie clave, un pequeño crustáceo de agua dulce, dejándole menos capaces de detectar y defenderse de los depredadores. Los hallazgos sugieren que el aumento de los niveles de CO2 puede estar teniendo efectos generalizados en los ecosistemas de agua dulce.

«La acidificación de los océanos a menudo se llama ‘el gemelo igualmente malvado del cambio climático’, y muchas investigaciones actuales describen tremendos efectos del aumento de los niveles de CO2 en los ecosistemas marinos», dice Linda Weiss, de la Universidad Ruhr Bochum, en Alemania. «Sin embargo, se han pasado por alto los ecosistemas de agua dulce –añade–. Nuestros datos indican otro problema de pCO2: la acidificación de agua dulce dependiente de pCO2».

Los análisis sobre la acidificación de los océanos han demostrado que existen consecuencias para las redes alimentarias marinas, los ciclos de nutrientes, la productividad general y la biodiversidad. Sin embargo, según los investigadores, sorprendentemente han sabido muy poco sobre el impacto del aumento del CO2 atmosférico en los sistemas de agua dulce. Aunque los científicos esperaban que hubiera un aumento de la pCO2 en los cuerpos de agua dulce, faltaban datos, segun el estudio publicado en Current Biology.