Ahora sí, por fin ha caído Anoeta en la Liga. Ha costado, concretamente desde mayo de 2007, pero así el triunfo de este domingo en tierras vascas tiene más valor. Y más si se hace con una remontada de orgullo, después de que la Real Sociedad se haya avanzado con un 2-0. Pero, a pesar de la intensa lluvia, la alta presión de los de Eusebio y el duro golpe que han supuesto sus dos goles, el Barça se ha rehecho. Un gol de Paulinho y un doblete de Suárez han dado la vuelta al marcador, antes de que Messi sentenciara el duelo de la última jornada de una primera vuelta que finaliza sin ninguna derrota.
Y eso que el partido en Anoeta no ha comenzado bien. Los viejos fantasmas de los malos resultados han aparecido con los goles de Willian José (1-0, min 11) y de Juanmi (2-0, min 34). Pero el Barça no se ha rendido y, cuando más negro se ha puesto el partido, se ha iniciado la remontada. Ha sido justo antes del descanso, cuando Paulinho ha podido enviar al fondo de la red un buen centro de Suárez (2-1, min 39). Un gol que ha dotado de esperanzas a un equipo que ha empezado a creer que, este año, por fin sería el bueno.
Giro de guión para salir con el triunfo
El paso por vestuarios ha dotado de aire fresco al conjunto azulgrana que, a pesar de la insistente lluvia de San Sebastián, ha podido aumentar la velocidad de la pelota, la presión y la intensidad en el juego. A partir de aquí, la dinámica de Suárez en los últimos partidos ha tenido un peso decisivo. Porque el uruguayo, que ha conseguido ver puerta por sexta jornada de forma consecutiva, ha conseguido hacer el gol del empate rápidamente. Y lo ha hecho con una acción estratosférica, tras una parábola perfecta que ha significado el empate (2-2, min 50). El pistolero, sin embargo, no se ha quedado aquí y, veinte minutos más tarde, ha sido el encargado de poner por delante al Barça. Y es que ha aprovechado que Vermaelen se ha anticipado a un error de Rulli para quedarse solo ante el portero txuriurdin y volver a marcar, esta vez el segundo gol de su cuenta particular (2-3, min 71).
La acción ha dejado a tocar el triunfo, esperado y deseado desde hacía temporadas. Se ha ligado, finalmente, cuando Messi ha conseguido marcar el cuarto con un lanzamiento de falta lejano, que ha dejado a Rulli inmóvil (2-4, min 85) y que ha permitido que el fin de la maldición del estadio vasco fuera una realidad. Tres puntos que permiten a los de Valverde cerrar la primera vuelta con unos números brillantes, sin haber perdido ningún duelo en 19 jornadas y con el reto de la conquista de Anoeta logrado.
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