It was the cry of “chum jetze!” at the start of the fifth set that told the story.

Roger Federer was on his way to a 20th Grand Slam title. He was miles away from the finish line, but he saw the path clearing ahead of him.

For a set, he had been strolling (the first); for a set, he had been brilliant and brutal (the third), but for two sets, he had been bullied and battered. Marin Cilic was doing what many men have tried to do but failed miserably: he was trying to make the Mighty Federer look beatable in a Grand Slam final.

Roger Federer v Marin Cilic match highlights

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Cilic made a good fist of it, but in the end he could not stop the freight train coming towards him. Federer in pursuit of major silverware is a terrifying sight, and when he yelled out in Swiss-German (“chum jetze” means “come on now”), he was not to be beaten. After three hours and three minutes, Federer was crowned as Australian Open champion for a record-equaling sixth time in his career. He had overpowered Cilic 6-2 6-7(5) 6-3 3-6 6-1.

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El suizo logra su Grand Slam No. 20 al lograr su sexto Abierto de Australia

En su raqueta siempre estuvo desafiar a la historia. La eternidad pareció destinada a su nombre y apellido. El reloj hizo un pacto con él: la leyenda crecería cuando muchos ya hubieran dicho basta. Roger Federer, el hombre de los récords, volvió a firmar con su puño y letra uno más: la corona de Grand Slam No. 20. No quedan calificativos para describir la hazaña del suizo, que a sus 36 años sigue ampliando un palmarés bañado en oro.

Cuando el reloj marcó poco más de tres horas de encuentro, la realidad superó al sueño: Federer se hacía con su sexto Abierto de Australia por 6-2, 6-7(5), 6-3, 3-6 y 6-1.

Nada pudo hacer un Marin Cilic, que en su tercera final de Grand Slam se encontró con el mismo hombre que le negó el julio pasado la posibilidad de ampliar su palmarés. Si Federer ya le privó de hacerse con el título de Wimbledon, también lo hizo con el Abierto de Australia. De esta manera, el croata ha sido testigo de primera mano en los dos últimos trofeos grandes del suizo: el No. 19 y el No. 20.

En la final No. 30 de Grand Slam para Federer, los nervios no estuvieron presentes. Su sexto Abierto de Australia le sitúa junto a Novak Djokovic y Roy Emerson, ambos con seis trofeos. Y a sus 36 años y 173 días, el suizo se convierte en el tercer hombre en la Era Abierta en ganar cuatro o más Grand Slams después de alcanzar la treintena junto a Rod Laver (4) -presente en la grada- y Ken Rosewall (4).

Federer supo adaptarse al guión de cada set. En un primer parcial de poderío absoluto, rozó la perfección sin dar opción a Cilic. En el segundo aceptó que su rival había subido el nivel y no perdió la compostura cuando el gigante de 29 años se llevó el tie-break.

Con la tranquilidad de no haber cedido su servicio hasta el momento, el jugador procedente de Basilea enderezó su camino en el tercer set, donde de nuevo elevó el nivel para frustración de su rival. En la cuarta manga, Federer arrancó con decisión pero cedió por primera vez su saque. Otro break a favor de Cilic llevaría el partido a un quinto y definitivo set.

Allí, en el momento álgido, Federer supo resistir para luego asestar el golpe definitivo. La gloria esperaba y el suizo no quería faltar a la cita. El título era suyo.

Pese a la derrota, Cilic se garantiza ascender a su mejor puesto en la clasificación mundial. Mañana lunes escalará hasta el puesto No. 3 del Ranking ATP, sólo por detrás de Rafael Nadal (1) y un Roger Federer que se quedará a 135 puntos del español, activando así la carrera por el primer escalafón tenístico.

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