Dos comunidades indígenas de la Amazonía peruana que viven cerca del oleoducto más grande del país tienen niveles corporales de mercurio, cadmio y plomo que pueden ser perjudiciales para la salud.

Así lo ha determinado un estudio hecho por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) y el Centro Nacional de Salud Ocupacional y Protección del Medio Ambiente para la Salud de Perú.

La investigación, que publica la revista ‘Environmental Health’ y que ha contado con el apoyo del Ministerio de Salud del Perú, se propuso evaluar los niveles corporales de cuatro metales (mercurio, cadmio, plomo, arsénico) en las poblaciones de San Pedro y Cuninico (Loreto, Perú), comunidades indígenas de etnia Kukama, que se vieron afectadas por dos vertidos de petróleo en 2014 procedentes del oleoducto Norperuano.

“A pesar de que hay muchas personas potencialmente expuestas a la contaminación causada por la extracción de petróleo, prácticamente no hay estudios que evalúen los efectos en la salud de las poblaciones que viven cerca de las zonas de extracción y que se ven afectadas con frecuencia por vertidos de petróleo”, ha explicado la investigadora del ISGLobal Cristina O’Callaghan Gordo.

Mercurio

El análisis, que se hizo 13 y 16 meses después de los vertidos a un grupo de 130 personas, encontró que el 50% de la población estudiada tenía niveles de mercurio en la orina superiores a los recomendados por el Ministerio de Salud de Perú.

En el caso de los niños menores de 10 años, este porcentaje aumentaba hasta el 64%.

Según O’Callaghan, estos resultados “son preocupantes ya que la exposición al mercurio se asocia con problemas neurológicos, psicológicos, renales, respiratorios y cardiovasculares”.

El estudio señala que el petróleo crudo puede contener mercurio y otros metales, y se han reportado niveles elevados en el medio ambiente y organismos acuáticos alrededor de los sitios de extracción de petróleo y en áreas afectadas por vertidos.

Cadmio y plomo

El 17% de la población estudiada también presentó niveles de cadmio en la orina superiores a los recomendados.

Según los investigadores, la exposición al cadmio aumenta el riesgo de daño renal, incluida la insuficiencia renal crónica, y puede causar cáncer de pulmón, próstata y riñón.

En referencia al plomo, aunque ningún valor en sangre se considera seguro, el 19% de los niños menores de 10 años tenían concentraciones en sangre con un riesgo alto para la salud, según los varemos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EEUU.

La exposición al plomo se relaciona con riesgos neurológicos y alteración del comportamiento, incluida la capacidad intelectual reducida.

Según el estudio, ningún participante superó los niveles de arsénico que se consideran perjudiciales para la salud.

“Los derrames de petróleo pueden ser una fuente de exposición a estos metales, aunque no podemos excluir la existencia de otras fuentes de exposición, especialmente para el mercurio que se asocia también a otras actividades frecuentes en la Amazonía peruana, como la deforestación o la minería de oro”, ha concluido la investigadora de ISGlobal.

Manolis Kogevinas, jefe del programa de Cáncer del ISGlobal y que también ha participado en el estudio, ha recomendado que las próximas investigaciones se centren en “evaluar las fuentes específicas de exposición” y que, en caso de un vertido, el seguimiento “se inicie cuanto antes para recopilar datos que reflejen mejor la exposición a los contaminantes relacionados con el petróleo”. Efeverde