Expertos internacionales reunidos en Quito expresaron hoy su preocupación por los efectos del cambio climático sobre los océanos y la criósfera, como se conoce a las áreas de la tierra donde el agua se encuentra en estado sólido.
El alemán Hans-Otto Pörtner, doctor en Fisiología Animal e investigador y miembro de Heisenberg, Consejo de Investigación Alemán, dijo a Efe que como experto y como ciudadano está “preocupado” por los efectos del cambio climático sobre los océanos y la criósfera.
Para la francesa Valérie Masson-Delmotte, física y científica sénior del clima del Laboratorio de Ciencias del Clima y del Ambiente, del Instituto Pierre Simon Laplace (Francia), el calentamiento de los sistemas están principalmente vinculados a las emisiones de gases de efecto invernadero.
Y ello se traduce, entre otros, en el derretimiento de nieve y de capas de hielo en los glaciares.
“Hay un retroceso de la capa de hielo en los mares y un aumento del nivel de los mares que se puede evidenciar más directamente en zonas como Groenlandia”, pero hay un impacto global en los ecosistemas, subrayó.
“Océanos y Criósfera en un clima cambiante”
Los expertos forman parte de un grupo de más de cien que participan en Quito en la segunda reunión de autores líderes para el desarrollo del reporte especial “Océanos y Criósfera en un clima cambiante”, encuentro liderado por el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), un organismo especializado de la ONU.
Pöerther mencionó que la relación más evidente del cambio climático con los océanos y la criósfera es el aumento del mar, pero hay también impactos en ambos elementos, como la elevación de temperatura de océanos y corrientes, lo que impacta a la intensidad de las tormentas y los ciclos de los huracanes.
Ello, a su vez, causa consecuencias en las líneas costeras y los asentamientos humanos, anotó.
“El océano -dijo- tiene un rol muy importante en la regulación del sistema climático porque funciona como un elemento que crea un balance también entre las cemisiones de gases de efecto invernadero y la capacidad de los ecosistemas para absorber estas emisiones”.
Enumeró que el cambio climático en los sistemas oceánicos afecta, entre otros, a los recursos alimenticios, provoca el desplazamiento de los organismos de sus hábitats naturales y la entrada de CO2 a los océanos, que ha provocado la acidificación, que a su vez impacta en las estructuras de carbono como los corales.
“Entrando en territorio desconocido”
Precisamente por ello se necesita nueva información, certera y científica para adaptarse a estos efectos imprevistos, comentó.
Pöerther, Jefe del Departamento de Ecofisiología Integrativa en el Instituto Alfred Wegener de Investigación Marina y Polar (Alemania), recordó que pese a los importantes compromisos mundiales, vinculados, principalmente al Acuerdo de París, se requiere generar más información para que se evalúen los impactos en adaptación y mitigación.
“No es suficiente solo parar las emisiones de gases de efecto invernadero”, sentenció.
Masson-Delmotte -cuya investigaciones se centran en los cambios en el clima y el ciclo del agua, utilizando registros de anillos de árboles, núcleos de hielo, combinados con los resultados de los modelos climáticos-, comentó que la reacción de los océanos y la criósfera al cambio climático es “irreversible”.
“No solo somos científicos, también somos ciudadanos de este planeta y vemos con preocupación” las consecuencias del cambio climático, afirmó Pöertner, mientras Masson-Delmotte indicó que los cambios que están ocurriendo, a veces invisibles en los océanos y más evidentes en la criósfera, “son sin precedentes”. EFEverde