El Real Madrid sima y sigue con su racha de victorias. Desde que cayó en Copa ante el Leganés, los blancos no saben lo que es perder. El único lunar de esa racha, el empate ante el Levante. El resto, victorias y todas ellas cómodas en el marcador. La última, ante un Alavés que llegaba al Bernabéu en racha como lo demostraban las tres victorias consecutivas. No sólo eso, si no que los de Abelardo arrastraban la fama de ser un equipo sólido, a los que les cuesta ganar. Esa fama se vio en la primera mitad donde el equipo vasco se mostró serio, ordenado e incluso pudo adelantarse en el marcador, pero el poderío blanco apareció en la segunda mitad y ante eso, nada pudo hacer el Alavés.

Un conjunto vasco que saltó al Bernabéu dispuesto a dar guerra a un Madrid que salió mandando con la BBC como referente arriba, aunque con Bale jugando en el centro del campo por la izquierda y no formando el tridente atacante con Benzema y Cristiano. Los de Zidane tenían el balón y controlaban el partido, pero no creaban ocasiones claras de gol, Llegaban al área de Pacheco, pero creando más sensación que peligro real. Todo pudo cambiar en el minuto 18 cuando Benzema se resbaló justo cuando disparó solo ante Pacheco. Murmullos y pitos en el campo para el francés por esa jugada.

El Madrid siguió buscando el gol y lo tuvieron Cristiano y Bale, pero a la media hora,bajó el ritmo y lo aprovechó el Alavés para aparecer por el área de Keylor que evitó el tanto de Pedraza. Era el primer aviso vasco para un Madrid que estaba perdiendo muchos balones en defensa y la medular. El encuentro estaba igualado hasta que en el minuto 43, Cristiano puso el 1-0 tras un genial taconazo de Benzema. Así parecía que iba a acabar la primera mitad, pero Keylor evitó el empate casi en la siguiente jugada a un disparo a bocajarro de Alexis.

Se llegó al descanso con ese 1-0 y con la sensación de que había partido. Una sensación que desapareció a los 30 segundos de la reanudación con el 2-0 de Bale a pase de Benzema. Ese gol fue la sentencia para un Alavés y la vitamina que alejó todos los fantasmas del Madrid. Los de Zidane fueron muy superiores llegando muy fácil al área de Pacheco. Lucas Vázquez fue el protagonista con sus internadas por la derecha. En una de ellas le dio el 3-0 a Cristiano en el minuto 61. El Madrid se estaba gustando, pero faltaba el gol de Benzema que Cristiano siempre buscó y lo encontró al dejarle tirar el penalti de 4-0 definitivo en el minuto 89.

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