“Neymar”, dice el doctor Pedro Ripoll, “es el futbolista menos indicado para jugar con una fisura en el quinto metatarsiano porque basa muchísimo su juego en la velocidad de pies y en el giro del tobillo. Las fintas, los cambios de dirección, hacen que el tendón peroneo esté en tensión permanente sobre el quinto metatarsiano, un hueso sometido a un estrés mecánico”.

Pedro Ripoll dirige junto a Mariano de Prado la clínica de referencia en España en cirugía del pie. Por sus manos han pasado los quintos metatarsianos fisurados de jugadores como Messi, Marcelo, James y Xabi Alonso. Al igual que todos los miembros de la comunidad de traumatólogos que trabajan en el mundo del fútbol profesional, estos dos especialistas miran atentos a París.

Allí observan algo que no encaja. El lunes al filo de la medianoche el PSG emitió un escueto parte médico. El informe señaló que Neymar sufre un esguince de ligamento lateral externo del tobillo derecho y una fisura en el quinto metatarsiano, vinculada al esguince. El martes comenzó el zigzag. Primero, porque desde el entorno familiar del jugador se avisó a la cadena Globoesporte que sería operado lo antes posible para concentrar la recuperación en la Copa del Mundo que comienza a mediados de junio. Segundo, porque los portavoces del PSG advirtieron de que no se descartaba la presencia del brasileño en el partido del próximo martes en el Parque de los Príncipes.

“Vamos a esperar a que pasen unos días para ver cómo evoluciona su lesión y ya tomaremos una decisión”, dijo el entrenador del club francés, Unai Emery, en una conferencia de prensa. “Necesitamos tranquilidad y paciencia de momento. Todavía existe una pequeña posibilidad de que Neymar juegue contra el Madrid. Su participación no está descartada. El jugador está con muchas ganas de jugar”.

El PSG es una caldera. El club atraviesa los días más estresantes de su historia tras perder 3-1 en el Bernabéu. No puede permitirse la eliminación después de realizar la inversión en fichajes más grande del fútbol mundial para conquistar la Champions. La supervisión de la UEFA, que ha detectado una infracción del fair play financiero, la investigación del presidente Nasser Al-Khelaifi por la justicia suiza en el curso de un caso de presuntos sobornos a miembros de la FIFA, y la atomización del vestuario colocan a los futbolistas en el ojo del huracán y empujan a Neymar a jugar.

Neymar sénior, el padre y representante omnipresente del futbolista, se erige en cortafuegos. «El PSG ya sabe que no podrá contar con Neymar durante las próximas seis a ocho semanas», afirmó en la noche del martes a la cadena ESPN Brasil. «La decisión es del PSG y será tomada en conjunto tras la llegada del médico de la selección brasileña. Lo importante es que se tome una decisión con rapidez porque no podemos esperar. La cirugía es el proceso más rápido para acelerar la recuperación del jugador».

Alarmados ante el desarrollo de los acontecimientos, los dirigentes de la CBF enviaron a París al médico de la selección mayor, el doctor Rodrigo Lasmar. “Precisamos saber si Neymar se va a operar y solo después de eso tomaremos las decisiones», advirtió Eduardo Gaspar, coordinador de selecciones de Brasil. «El responsable de Neymar es el PSG. El doctor Lasmar se ha trasladado a París para acompañar al jugador y suministrarnos la información necesaria. Nosotros no sugerimos tratamiento. La decisión es del club y del futbolista”.

Ripoll es tajante. “Con una fisura en el quinto metatarsiano puedes infiltrarte, ponerte un vendaje fuerte y jugar un partido puntual si aguantas el dolor”, señala el médico. “Lo que no puedes hacer es jugar el Mundial sin antes operarte. Porque este hueso tiene una particularidad: en su extremo se ancla el tendón peroneo; y cuando se produce la torsión del tobillo el tendón tracciona. El hueso tiende a consolidar pero, si no lo fijas con un tornillo, la tracción del tendón deshace la consolidación. Lo correcto desde el punto de vista científico es operar”.

 

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