La biodiversidad de todas las regiones del mundo continúa en un «peligroso declive» que amenaza el bienestar humano, alertaron hoy expertos en Medellín al presentar cuatro informes respaldados por Naciones Unidas.
Los estudios, presentados en la Sexta Plenaria de la Plataforma Intergubernamental en Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos (IPBES), revelan un aumento en la pérdida de especies y en la degradación de ecosistemas, panorama causado, según los científicos, por la deforestación, el mal uso de los suelos, la contaminación y el cambio climático.
Lo anterior, dijeron, evidencia que la mala explotación de recursos ha puesto en riesgo la seguridad alimentaria, el agua potable, la energía y la economía.
“El tiempo para tomar acción es ahora”
“Desafortunadamente la biodiversidad continúa perdiéndose a lo largo de todas la regiones. El tiempo para tomar acción es ahora”, expresó el presidente de la IPBES, sir Robert Watson, en la conferencia de prensa, en la que enfatizó que esta situación es un tema moral, ético y económico, pero “fundamentalmente de desarrollo”.
Los cuatro estudios del IPBES, realizados por 550 expertos de más de 100 países durante tres años en América, Asia y el Pacífico, África, Europa y Asia Central, concluyen que en todas las regiones la diversidad biológica se está “degradando, reduciendo y perdiendo” debido a “presiones” comunes como el estrés del hábitat, la sobreexplotación y el uso no sostenible de recursos naturales.
Pero los científicos también citaron a la contaminación (aire, tierra y agua) y a la aparición de especies invasoras como amenazas a la naturaleza, cada vez más “frágil” frente al cambio climático.
En América, donde juega un papel fundamental en la economía la riqueza de la diversidad biológica, están en peligro los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) con un consumo aumentado que pone más presión en la biodiversidad, pues la región tiene el 40 % de la capacidad global de la naturaleza para contribuir con el bienestar humano, según el informe.
“Estamos tomando estos beneficios a una tasa mucho más rápida que la velocidad a la que la naturaleza lo puede reemplazar. Causamos un cuarto del impacto de la humanidad sobre la naturaleza y el planeta”, subrayó el copresidente de la evaluación de las Américas, Jake Rice.
Para Rice, el 50 % de la población americana tiene problemas de seguridad del agua y el 95 % de los pastizales en praderas han sido “dominados por el hombre”.
África “extremadamente vulnerable”
En el caso de África, el informe prueba que es “extremadamente” vulnerable al cambio climático, y por ello esperan graves consecuencias para las poblaciones económicamente marginadas, pues para 2100 los científicos proyectan la pérdida de más de la mitad de las especies de aves y mamíferos, además de una disminución del 20 o 30 % de la productividad de los lagos africanos.
“Esta amenaza a la biodiversidad significa que el capital que apoya el sustento de los africanos se va a afectar”, advirtió Luthando Dziba, líder de la evaluación en esta región, que registró en la investigación unos 500.000 kilómetros cuadrados de tierra degrada por la sobreexplotación.
El panorama no es más favorecedor en Europa y Asia Central, especialmente por registrar un 26 % de deterioro en la población marina.
En la Unión Europea solo el 7 % de las especies marinas muestras un estado “favorable” de conservación.
“La personas consumen más recursos que los que produce la región”, comentó el profesor Markus Fisher, mientras que el copresidente del estudio, Mark Rounsevell, aseguró que los ecosistemas de agua dulce son los “más amenazados” por la contaminación y la influencia humana.
En Asia-Pacífico los científicos concluyeron que enfrenta una “amenaza sin precedentes” por cuenta de fenómenos meteorológicos extremos, aumento en el nivel del mar y especies invasoras, además de la intensificación agrícola.
No obstante, pese a que la “salud de la biodiversidad está empeorando, hay esperanza porque la toma de medidas acertadas, como el aumento en las áreas protegidas, ha permitido resultados positivos como el incremento del 2,5 % en la cubierta forestal.
Watson, como cabeza de IBPES, instó al final a los gobiernos, al sector privado y a la población a tomar “decisiones regionales y globales” con base en los informes, pues “hay progreso, pero no es suficiente” para cumplir con los desafíos del planeta, que exigen financiación adecuada, cambio de comportamientos, agricultura sostenible, buen manejo de la tecnología y economías de bajo carbono.
La plenaria se extenderá hasta mañana con más disertaciones entre más de 750 expertos y la celebración de la Hora del Planeta, pero finalizará su programación el lunes con la presentación de la evaluación de degradación de la tierra y restauración, que lideró el italiano Luca Montanarella. EFEverde