Las comunidades alto andinas de Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú se beneficiarán con la puesta en marcha del Proyecto Andino de Adaptación a los Impactos del Cambio Climático sobre el Agua (AICCA), una iniciativa regional que se ejecutará durante cuatro años con recursos del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF), con apoyo de CAF –banco de desarrollo de América Latina- como entidad implementadora y teniendo como agencia ejecutora al Consorcio para el Desarrollo Sostenible de la Ecorregión Andina (CONDESAN).

El proyecto –que involucra un financiamiento por USD 10 millones de dólares con recursos GEF- contribuirá con la seguridad de acceso a agua potable en aguas rurales, desarrollo de pequeñas centrales hidroeléctricas; así como manejo y conservación de cuencas hidrográficas con aplicación de riego comunitario, todo ello en un contexto de buenas prácticas de adaptación al cambio climático. Las prácticas a ser diseminadas tendrán impacto en la gestión sostenible de 36.160 hectáreas de forma directa y 403.160 hectáreas de forma indirecta.

Eleonora Silva Pardo, directora representante de CAF en Perú, y María Argüello, directora ejecutiva de CONDESAN, suscribieron un convenio mediante el cual se prevé desarrollar dicho proyecto en áreas prioritarias de los cuatro países andinos buscando compartir información con base a experiencias relevantes para la adaptación a la variabilidad y el cambio climático, con miras a impactar positivamente en la formulación de políticas al servicio de comunidades y el ambiente.

Silva Pardo destacó que en el marco de la misión de CAF de apoyar el desarrollo sostenible de los países latinoamericanos, la entidad financiera multilateral busca contribuir al desarrollo de una economía baja en carbono para reducir el impacto del calentamiento global mediante el desarrollo de acciones de mitigación de los gases efecto invernadero y de adaptación a los escenarios climáticos cambiantes.

“Los cuatro países andinos han liderado la promoción de la adaptación al cambio climático en la agenda regional y han implementado proyectos innovadores que figuran entre los primeros de su tipo a nivel mundial con múltiples inversiones locales. Pese a los avances, los enfoques, estrategias e iniciativas implementadas en el sector agua en cada país deberían incluir consideraciones de variabilidad y cambio climático, para contribuir plenamente a los esfuerzos nacionales y regionales para abordar los impactos de estos fenómenos globales”, subrayó.

Por su parte, María Argüello sostuvo que las experiencias, aprendizajes, instrumentos y modelos de gestión en relación a la variabilidad y a los impactos de cambio climático para la seguridad hídrica en cada país participante serán compartidos y discutidos con los Ministerios del Ambiente, así como con los actores del mismo sector en los otros tres países.

“La reflexión a nivel regional sobre los procesos en los cuatro países participantes permitirá identificar, compartir y explorar denominadores comunes en relación a la adaptación a los impactos del variabilidad y a los impactos de cambio climático para la seguridad hídrica”, concluyó.

 

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