Bogotá D.C. Abril 22 de 2018 (MADS). En Colombia, la contaminación atmosférica es uno de los factores de mayor preocupación por los impactos generados, no solo en el ambiente sino en la salud de las personas.
De acuerdo con un estudio realizado por el Departamento Nacional de Planeación, publicado en 2017, los costos en la salud asociados a la contaminación del aire urbano ascienden a los 12,3 billones de pesos (por morbilidad y mortalidad), lo que representa un 1,5 % del PIB de 2015, y se estima que más de 8 mil muertes estarían relacionadas con la baja calidad del aire.
Según el último Informe sobre el Estado de la Calidad del Aire publicado en 2016 por el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM), esta problemática se acentúa principalmente en zonas donde la densidad de población es alta. Según los últimos inventarios de emisión realizados en centros urbanos, respecto al contaminante PM2.5 se estima que cerca del 80 % de las emisiones son generadas por el transporte, y un 20 % corresponden a las fuentes fijas, por ejemplo: chimeneas industriales.
Actualmente, el país cuenta con 23 Sistemas de Vigilancia de Calidad del Aire, un total de 159 estaciones, que cubren 19 departamentos y 72 municipios.
“Este Gobierno comparte la visión que tiene la comunidad global de poder tener hacia el año 2050 economías bajas en carbono y que basen su desarrollo en sus activos naturales; el país ha mostrado un liderazgo en la construcción de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y en la ratificación del Acuerdo de París, por ello impulsamos estrategias en movilidad sostenible y medios de transporte alternativos, como respuesta al aumento en el uso de fuentes móviles que, principalmente, utilizan combustibles fósiles, que generan dióxido de carbono y partículas contaminantes del aire”, afirma el ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Luis Gilberto Murillo.
Murillo agrega que, en sintonía con los compromisos de Colombia adquiridos en el marco del Acuerdo de París, dentro de los cuales está reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 20 % al año 2030, el Ministerio de Ambiente ha implementado estrategias que integran al ciudadano y que buscan educar, formar y sensibilizar a la población a través de acciones cotidianas como reducir el uso de transporte particular, optar por compartir el carro y utilizar más transporte activo como la bicicleta y caminar.
De la mano de ONU Medio Ambiente, desde el pasado 14 de marzo Colombia puso en marcha la formulación de la Estrategia Nacional de Movilidad Eléctrica, mediante la cual se espera sentar las bases para acelerar la definición de estándares de eficiencia energética, crear incentivos para vehículos eléctricos y desarrollar infraestructura para su uso.
“El año pasado ajustamos la Norma de Calidad del Aire, la cual contribuye a reforzar los sistemas de medición, fortalecer la gestión preventiva y a endurecer los estándares de calidad del aire en todo el territorio nacional. Y el próximo paso que dará el Ministerio de Ambiente es la elaboración del CONPES de Calidad del Aire en coordinación con el Departamento Nacional de Planeación”, indicó.
Asimismo, el Ministerio de Ambiente desde el 2008 lidera la creación de un paquete de incentivos económicos para promover la adquisición de vehículos con tecnologías más limpias, que han permitido reducir el arancel de los vehículos eléctricos e híbridos por un periodo de 10 años; de igual forma, incentivó la adopción de metas ambientales para acceder a beneficios económicos para la exclusión de IVA y la deducción de renta a vehículos de cero o bajas emisiones, en el marco del Programa de Uso Racional y Eficiente de la Energía (PROURE).
La reducción arancelaria ha permitido aprobar 26.250 cupos para la importación de vehículos eléctricos con 0 % de arancel y la misma cantidad de híbridos con 5 % de arancel hasta el 2027.
No obstante, las acciones que se adelantan desde el Gobierno Nacional para la introducción de vehículos de cero o bajas emisiones no tendrían impacto regional si los gobiernos locales no toman una firme decisión por implementar estas tecnologías, especialmente en los procesos de renovación de las flotas del transporte público.
Para el jefe de la cartera Ambiental, en ciudades como Bogotá siguen existiendo grandes desafíos en esta materia. La capital tiene una enorme oportunidad que brinda la licitación de renovación del parque automotor del Transmilenio, “para que se adquiera una flota cero y bajas emisiones, así como sacar de circulación los buses obsoletos que generan altas emisiones contaminantes. Me uno al llamado del Congreso y la Procuraduría General a la Alcaldía Distrital para que exija tecnologías limpias en la licitación”, sostuvo Murillo.
Adicionalmente, Minambiente ha apoyado proyectos como el de la ciudad de Medellín cuyo objetivo es vincular 1.500 taxis eléctricos, los cuales ingresarán gradualmente durante este año y, asimismo, destacamos la creación del Fondo de Movilidad Sostenible en su área metropolitana; en este sentido, también hemos respaldado a Cartagena, que aprovechando los incentivos que el Gobierno ha creado, hoy cuenta con más de 200 buses dedicados a gas natural.
De acuerdo con el Ministro, si en el país se logra avanzar en los planes de movilidad sostenible, gestionando y fomentando medios de transporte más eficientes, como lo es el transporte público y los medios no motorizados, conseguiremos mejoras sociales, ambientales e, incluso, económicas. Ventajas que nos permitirán alcanzar estándares de excelencia de calidad del aire, el transporte y espacio público pensando en el beneficio colectivo y no particular, que redunden en beneficios ambientales para nuestro planeta Tierra.