Este 2018 está siendo un año sensacional para los dos embajadores más conocidos del Colombian Power. Juan Sebastián Cabal y Robert Farah se convirtieron hoy en campeones del Internazionali BNL d’Italia, su primer ATP World Tour Masters 1000.
La celebración estuvo a la altura de las circunstancias. Ambos jugadores, muy emocionados, confirmaron su condición de favoritos en la final al remontar ante Pablo Carreño Busta y Joao Sousa, a quien superaron por 3-6, 6-4 y 10-4 en hora y 23 minutos.
«Estamos muy contentos», explicó Cabal. «Veníamos trabajando desde hace mucho tiempo, teníamos en la cabeza lograr un Masters 1000 y hemos ido a por ello. Estamos muy felices por saber que estamos en el buen camino».
«Es una sensación increíble», apuntó Farah. «Habíamos disputado dos finales este año y se nos escapó el título… que el primero del año sea en un Masters 1000 lo hace muy, muy especial. Hemos ganado un evento de la máxima categoría ATP y nos enorgullece. Nos acordaremos toda la vida».
«Es un objetivo que hemos tenido toda nuestra vida y poder ganar un torneo Masters 1000 es algo demasiado especial. Este torneo queda en nuestro palmarés para el resto de nuestros días», dijo con orgullo Farah.
La temporada sobresaliente de los colombianos ha tenido su guinda en el Foro Itálico, sobre la superficie que más adoran tanto Cabal como Farah. La dupla arrancó 2018 con la final del Abierto de Australia (p. ante Marach/Pavic venciendo en SF a los Bryan) y la final de Buenos Aires (p. ante Molteni/Zeballos).
Se trata del primer ATP World Tour Masters 1000 para ambos, en la que ha sido su victoria No. 20 del curso. Juntos desde 2011, Cabal ha logrado un total de 12 títulos, mientras que Farah lleva 11, todos con su fiel compañero.
La semana de Carreño y Sousa sin duda también será memorable, pues entraron un extremis en substitución de los hermanos Bryan y aprovecharon la ocasión para clasificar hasta la final, la primera en dobles para el portugués.
Especialistas en polvo de ladrillo y con el título más importante bajo el brazo, Cabal y Farah miran hacia París. Roland Garros espera.
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