El partido arrancó con un ritmo pausado y mucho respeto entre los dos conjuntos. El Real Madrid intentaba elaborar desde atrás y el Liverpool buscaba transiciones rápidas hacia sus atacantes. Una de ellas estuvo a punto de aprovecharla Mané en el 7’, pero cortó bien Varane. Poco después llegó el primer disparo madridista, obra de Marcelo, que se marchó desviado. Con los dos equipos bien posicionados tácticamente, el peligro solo podía llegar aprovechando errores rivales. De esta manera, en el 15’, Carvajal robó un balón en el centro del campo y combinó con Cristiano, que conectó un potente lanzamiento que se fue arriba por poco.
Lesionados
Alexander-Arnold dio la réplica con un tiro cruzado que hizo estirarse por primera vez a Keylor Navas. La mala suerte se cebó con los dos equipos en forma de lesión. Salah y Carvajal tuvieron que abandonar la final. Nacho ocupó el lugar del lateral blanco. Los últimos minutos del primer periodo fueron madridistas. En el 43’, Karius desvió un gran cabezazo de Cristiano y Benzema marcó en el rechazo, pero el árbitro anuló el gol por fuera de juego. Al filo del descanso, Nacho disparó al lateral de la red y Benzema probó fortuna desde fuera del área, pero el partido se mantenía en tablas.
La segunda parte arrancó como terminó la primera, con el Real Madriddecidido a por el gol. Isco pudo lograrlo tras recoger un balón muerto dentro del área y disparar al larguero. El 1-0 llegó en el 51’: Karius intenta sacar rápido con la mano y Benzema, muy listo, corta con el pie derecho y desvía la trayectoria del balón enviándolo al fondo de la red. Sin embargo, la alegría solo duró cuatro minutos, ya que un córner botado por el Liverpool acabó en gol de Mané después de que Lovren tocara de cabeza. El partido estaba mucho más abierto y, de nuevo, Isco tuvo la ocasión de adelantar a los blancos, pero se topó con el meta rival.
La chilena de Bale
Zidane comenzó a mover el banquillo y dio entrada a Bale. El galés, en su primera intervención, aprovechó un centro de Marcelo para conectar una tremenda chilena y firmar el 2-1 (64’). Un golazo para la historia que puso en pie al Olimpiyskiy de Kiev. El Liverpool no se rindió y respondió rápidamente con un disparo al palo de Mané. Mientras, el Madrid podía matar a la contra y Cristiano estuvo cerca de hacerlo en el 74’, pero salvó Robertson.
El encuentro continuó abierto hasta el final. El Liverpool buscaba el empate, pero eran los de Zidane quienes disfrutaban de las mejores opciones de gol. Benzema, tras un gran centro de Bale, hizo emplearse a fondo a Karius en el 81’. Dos minutos más tarde, el galés sentenció con un disparo desde fuera del área que no logró despejar el portero del equipo inglés. A partir de ahí, el grito de “campeones, campeones” retumbó en las gradas de Kiev. La Decimotercera ya es nuestra.