Con un ilusionado Neymar a la cabeza, la selección brasileña aterrizó en la madrugada de este lunes en el aeropuerto de Sochi, la ciudad costera del sur de Rusia donde establecerá su base para el Mundial-2018, al que llega lanzada a por su sexto trofeo.
El vuelo de la Canarinha, que despegó de Viena tras su victoria en el amistoso contra Austria (3-0), tomó retraso y aterrizó finalmente sobre las 02H35 locales (23H35 GMT) en esta ciudad balneario que, pese a haber sido la sede de los Juegos de Invierno de 2014, les recibe con altas temperaturas y ambiente veraniego.
Sonrientes y vestidos con el traje oficial azul oscuro confeccionado expresamente para esta Copa, los futbolistas y el cuerpo técnico bajaron a pie a la pista, atravesaron la terminal y partieron en autobús rumbo al lujoso hotel a orillas del mar Negro, que esperan convertir en su fuerte durante casi un mes.
Ello significaría que la Canarinha se acerca a la final y, con ella, a cumplir su gran obsesión en Rusia: devolver el orgullo al fútbol brasileño.
De momento, todo pinta muy bien para la Seleçao de Tite, que desde que asumió el cargo hace dos años apenas ha perdido un amistoso de los 21 partidos que ha dirigido, por 17 victorias y tres empates.
El último triunfo fue este mismo domingo ante Austria en Viena, donde la Canarinha volvió a mostrarse vibrante y se impuso cómodamente con los goles de Gabriel Jesús, Neymar y Philippe Coutinho.
– Derecho a soñar –
En su primer partido como titular tras la lesión en el pie que sufrió el 25 de febrero, Neymar volvió a ser uno de los grandes protagonistas del encuentro. Poco a poco, la estrella sudamericana parece estar de vuelta y anotó otro golazo que se suma al lindo tanto de la semana pasada ante Croacia, el día de su regreso tras la operación que le mantuvo tres meses de baja.
Y con él enchufado, a Brasil le cuesta retener la ilusión.
«Hay que confiar, soñar, no hay que reprimirse. Podemos decir que somos brasileños y se puede soñar. Estamos soñando cada vez más. Soñar no está prohibido», afirmó el propio Neymar tras el partido.
En su primer día en Rusia, la Canarinha tendrá una jornada de recuperación en el exclusivo campo base escogido en esta ciudad en plena temporada alta de turismo estival, y cuyo clima soleado junto al mar recuerda al cálido verano brasileño.
La Seleçao dejará su fuerte solo el próximo viernes, cuando partirá hacia Rostov del Don, dos días antes de su debut el día 17 ante Suiza.
Encuadrada en el Grupo E, Brasil se enfrentará más tarde a Costa Rica el 22 de junio en San Petersburgo y a Serbia, el 27 en Moscú.