La mayoría de las aguas de ríos, lagos, zonas costeras y subterráneas de la Unión Europea (UE) no alcanza un nivel de calidad mínimo de «buen estado» según el informe que publicó la Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA), que advierte de la amenaza de la contaminación y la sobreexplotación.

El texto, que se basa en datos recopilados entre 2010 y 2015, indica que, aunque en la mayor parte de los casos los acuíferos subterráneos tienen “buena salud”, solo el 40 % de los lagos, ríos, estuarios y zonas costeras vigiladas alcanza los niveles de “bueno” o “muy bueno”, conforme a la Directiva

Marco del Agua.

El estudio, el segundo que realiza la AEMA, incluyó el análisis de 130.000 zonas de agua subterránea y de superficie con datos proporcionados por más de 160 entidades de gestión de cuencas, agregó la agencia en un comunicado.

La situación es similar a la registrada en 2012, la fecha del informe anterior, en cuando a la cantidad de aguas que merecieron la calificación de “buena” o “muy buena”.

Los niveles más altos de calidad en las aguas superficiales se detectaron en el norte de Escandinavia, en el norte del Reino Unido y Estonia, además de en Eslovaquia, Rumanía y en algunas cuencas hidrográficas de la región mediterránea, señala el estudio.

Por el contrario, la mayor parte de las cuencas del centro de Europa, donde hay una mayor densidad de población y un uso agrícola más intenso, es donde se localiza la mayoría de las aguas que no alcanzan el estatus de calidad “buena”.

En lo que afecta a las aguas subterráneas, el informe puntualiza que gozan en general de mayor calidad que las de superficie: el 74 % de aquellas tenían un nivel químico “bueno”.

Presencia de mercurio y de cadmio

En la mayoría de los Estados miembros el elemento químico que más influye en la baja calidad del agua es el mercurio (antes muy empleado en la fabricación de termómetros, baterías y pintura, principalmente), seguido del cadmio, presente sobre todo en fertilizantes hechos con fosfatos y en la metalurgia.

El seguimiento y la notificación son las principales herramientas utilizadas para clasificar la salubridad de las aguas de la UE y se emplea una escala que cataloga el estado de las aguas superficiales en “excelente”, “bueno”, “aceptable”, “deficiente” y “malo”.

En cuanto a la calificación de las aguas subterráneas, se usan como clasificación los valores de “bueno” o “malo”.

Los Estados miembros de la UE se encuentran actualmente en su segundo ciclo de seguimiento y notificación (2015-2021) con arreglo a la Directiva Marco del Agua de la UE.

En este ciclo se incluyen 89.000 ríos, 18.000 lagos, 13.000 zonas de muestreo de aguas subterráneas y 3.600 zonas de muestreo de aguas costeras y de estuarios, detalló la AEMA, que precisó que no se pudo incluir en el informe datos de Grecia, Irlanda, Lituania y de partes de España. EFEverde