SAN FRANCISCO — Travis Ishikawa sonó un batazo que se escuchó en toda la Bahía de San Francisco.

Su jonrón de tres carreras en la parte baja de la novena entrada permitió que los Gigantes de San Francisco anclaran en la Serie Mundial, al vencer el jueves 6-3 a los Cardenales de San Luis.

El garrotazo se perfila para ser el más memorable de los Gigantes desde que jugaban en Nueva York. Un cuadrangular de Bobby Thomson en un juego de desempate ante los Dodgers en 1951 puso a los Gigantes en la Serie Mundial y pasó a la historia como «el batazo que se escuchó alrededor del mundo».

Estos Gigantes, que parecen adquirir poderes mágicos en los años pares, resolvieron la Serie de Campeonato de la Liga Nacional en el quinto juego, y se medirán en el Clásico de Otoño a los Reales de Kansas City.

Será un duelo entre clubes que se colaron a la postemporada con el boleto de comodín. La Serie Mundial comienza el martes por la noche en Kansas City.

«Es gratificante», dijo Ishikawa. «Si había una organización con la que yo quería lograr algo así, es la de los Gigantes».

Es la primera vez que una Serie de Campeonato de la Liga Nacional se define con un jonrón en el último turno.

los Gigantes encontraron al fin la pólvora con el tolete y avanzaron a su tercera Serie Mundial en cinco años, eliminando a los campeones defensores del Viejo Circuito.