Un gran incendio forestal en la región que rodea Berlín puso hoy de relieve los estragos de la sequía que sufre Alemania, tras un verano inusualmente tórrido para esta zona y una ausencia de precipitaciones que han dejado los bosques resecos y los niveles de los ríos a mínimos.

Cuando se pronosticaba cierto alivio por la entrada de dos frentes lluviosos, las imágenes de los bosques en llamas y la evacuación de tres poblaciones en el “Land” (estado federado) de Brandeburgo ocuparon la atención informativa.

Incendio al sur de Berlín

Unas 400 hectáreas de bosque habían ardido por la mañana, tras declararse a última hora del jueves sucesivos focos de incendio al sur de Berlín, la mayoría de los cuales seguían activos, pese a los esfuerzos de unos 600 efectivos, entre bomberos, voluntarios y equipos de protección civil.

“La situación está bajo control, pero se necesitarán varios días hasta que se puedan dar por extinguidos los focos”, informó el primer ministro de Brandeburgo, el socialdemócrata Dietmar Woitke, después de que se autorizara el regreso a sus casas de algunos de los 450 habitantes evacuados durante la noche.

Fueron tres las poblaciones en las que se procedió a desalojar a sus habitantes, una evacuación que tuvo lugar de forma ordenada y sin incidentes, prosiguió Woitke, pero a lo largo de la mañana se habían desatado nuevos focos en la región.

Se activó de nuevo la alarma en las cercanías de Treunbrietzen, la mayor de las tres primeras poblaciones afectadas, y empezaron a arder los bosques cercanos a Jüteborg, ciudad con 12.800 habitantes.

El fuego de mayores dimensiones, a unos 50 kilómetros al sur de Berlín, hizo que las autoridades recomendaran a los habitantes de los barrios periféricos de la capital alemana mantener cerradas las puertas y ventanas de sus casas.

En lo que va de año se han registrado ya más de 400 incendios en Brandeburgo (en todo 2017 fueron 138), lo que afecta gravemente la economía de un “Land” esencialmente rural y con vastas zonas boscosas.

Las tareas de extinción son muy delicadas, ya que en parte del subsuelo siguen enterrados munición y explosivos de la II Guerra Mundial, recordó el primer ministro.

Ayudas al campo

“Los daños causados por los incendios forestales son competencia de los ‘Länder’”, explicó una portavoz del Ministerio de Agricultura, aunque añadió que el Gobierno alemán “estudiará” si destina partidas adicionales a paliar las pérdidas ocasionadas en corporaciones locales.

La titular alemana de Agricultura, Julia Klöckner, vicepresidenta de la Unión Cristianodemócrata (CDU) de la canciller Angela Merkel, había anunciado el pasado miércoles un paquete extraordinario de ayudas al campo.

En total se destinarán 340 millones de euros para los agricultores afectados por la sequía, de los cuales entre 150 y 170 los aportará el Gobierno federal, mientras que el resto corresponderá a los “Länder”.

Se estima que la cosecha caerá esta temporada en un 22 % respecto a la del año anterior, lo que, según el sector agrícola, acarreará un volumen de pérdidas de 1.000 millones de euros.

Klöckner calificó el paquete aprobado de suficiente y recordó que son las primeras ayudas al campo adoptadas por el Gobierno alemán desde 2003, entonces por un monto de 80 millones de euros.

Sequía

La sequía de ese año fue de consecuencias aún más graves para la parte del país afectada, ocho estados federados, del total de dieciséis “Länder” alemanes.

sequía

Vista general del embalse “Lehnmuhle” prácticamente seco en Dippoldiswalde (Alemania). EFE/ Filip Singer

Ahora se han alcanzado “dimensiones nacionales”, dijo la ministra, en un verano en que han registrado temperaturas máximas de 38,9 grados centígrados, mientras que en algunas partes del país no ha llovido desde marzo.

La llegada prematura del otoño hace que sobre el terreno reseco por las altas temperaturas caigan ahora las hojas secas de los árboles, lo que incrementa el riesgo de incendio.

Las aguas de ríos y lagos descendieron a sus niveles más bajos de los últimos quince años en todo el país, aunque por lo menos se mantiene en situación media el estado de las aguas subterráneas.

Los estragos en el campo son especialmente graves en el “Land” de Mecklenburgo-Antepomerania, en el este de Alemania y esencialmente rural, como Brandeburgo, pero también han afectado los prósperos estados del sur, como Baviera.

Los dos frentes lluviosos que entraron la noche pasada en Alemania se extenderán por el oeste y suroeste del país, donde se espera un drástico descenso de las temperaturas entre este viernes y el sábado, con máximas entre los 24 y los 18 grados, mientras que las mínimas irán de los 8 a los 12 grados.

En Berlín y Brandeburgo no se esperan precipitaciones destacables y, tras relajarse algo las temperaturas este fin de semana, se anuncia un nuevo ascenso el miércoles, con máximas de unos 28 grados. EFEverde