LIVERPOOL, ENGLAND - MAY 13: Mohamed Salah of Liverpool pose for a photo with his Premier League Golden Boot Award after the Premier League match between Liverpool and Brighton and Hove Albion at Anfield on May 13, 2018 in Liverpool, England. (Photo by Michael Regan/Getty Images)
  • El egipcio la imaginación de muchos en 2018
  • Ayudó al regreso de su país a un Mundial tras 28 años
  • El delantero marcó 50 goles entre su club y su selección

De no haber sido un año con Copa Mundial de la FIFA, la euforia que ha despertado globalmente la excelencia del ídolo egipcio Mohamed Salah podría perfectamente haber definido este 2018 en el plano futbolístico.

Dejando pasmados a los defensas y deleitando a los espectadores con su rapidez de pies, Salah ha suscitado admiración desde El Cairo hasta California. Pero como es lógico, gran parte de esa fascinación se concentra en las gradas de Anfield. Cuando la nueva temporada apenas acaba de empezar, el delantero del Liverpool no ha tardado en devolver la sonrisa a los rostros de sus seguidores.

El haber marcado 50 goles en total, para llevar a su selección hasta su primer Mundial en 28 años y guiar al Liverpool hacia la final de la Liga de Campeones de la UEFA, le aseguraron su presencia en la lista de candidatos al premio The Best al Jugador de la FIFA. Pero Salah también se hizo un hueco en los corazones de los aficionados de todo el mundo a través de diversos medios.

Increíble talento

Aunque los hinchas del Roma eran perfectamente conscientes del talento que atesoraba Salah, en cuanto aterrizó en el noroeste de Inglaterra, el egipcio pareció alcanzar una dimensión totalmente nueva.

Perfectamente engranado en un temible tridente ofensivo junto con Roberto Firmino y Sadio Mané, Salah sólo tardó 57 minutos en su debut con los Reds para abrir su cuenta contra el Watford (un equipo contra el que más adelante metería cuatro goles más).

Con el balón pegado a sus botas mientras se encaminaba a batir el récord de goles de la Premier League, paulatinamente empezó a hacer brotar las comparaciones con Lionel Messi. Si bien el Rey Egipcio tiene mucho trabajo por delante para igualar la ejemplar regularidad del fenómeno argentino, estilísticamente resulta difícil discutir la equiparación de ambos.

“Me encanta Salah. Es un jugador increíble con una calidad tremenda”, señalaba Ronaldo, el legendario brasileño ganador de dos Mundiales. “Se parece a Messi. Hace poco leí que [Salah] decía que yo había sido su fuente de inspiración, y me emocioné”.

Cuando los defensas retroceden al enfrentarse a un jugador de inventiva desbordante, con hambre de balón y aparentemente imposible de parar cuando sus cortas zancadas alcanzan el máximo de revoluciones, el miedo en sus ojos recuerda indudablemente al de los zagueros de la liga española cuando la Pulga se lanza hacia delante.

Al igual que la estrella del Barcelona, las 15 asistencias que totalizó Salah en Europa y en la liga demuestran que él también es una pieza esencial del colectivo.

Absoluta humildad

Parte del atractivo de Salah reside indudablemente en su conducta humilde y su carácter llano. Pese a ser elegido mejor jugador africano del año, así como mejor futbolista del año en Inglaterra tanto para sus compañeros de profesión como para la Asociación de Periodistas de Fútbol, no ha perdido su facilidad de trato con la gente corriente.

Su simpatía tranquila y accesible en medio de los grandes titulares ha tocado la fibra sensible de los ingleses, pues se le puede ver desde saliendo a tomar la típica cena de ‘fish and chips’ hasta encontrándose con los aficionados con una amplia sonrisa en el rostro. Sus vínculos con la comunidad también se extienden a Egipto, con una escuela entre los proyectos que está financiando en su pueblo, Nagrig, al norte de El Cairo.

“Salah es una persona elegante que, pese a su popularidad, nunca se ha olvidado de su localidad”, subraya el alcalde de Nagrig, Maher Shatiyah.

Incluso cuando su dirección en Egipto se filtró por Internet y cientos de aficionados se congregaron frente a su casa tras su regreso de Rusia 2018, el delantero siguió siendo un hombre del pueblo, posando para fotos y firmando autógrafos.

Puente entre culturas

“Mohamed Salah es realmente importante porque es un símbolo… como Tutankamón, como las pirámides”. Aunque esa afirmación suene exagerada, ¡el hecho de que sus botas acabasen en el Museo Británico sugiere lo contrario!

Salah se ha convertido en un icono moderno de la cultura egipcia, como resaltaba Mohamed Farag Amer, presidente de la comisión parlamentaria de juventud y deportes de Egipto, pero también se ha erigido en un ídolo para muchos de los 1.800 millones de musulmanes del mundo.

“Mohamed Salah está uniendo a las comunidades”, explica Ribaya Limbada, periodista del Servicio Mundial de la BBC. “Suele rezar en la cancha, lucir su barba con orgullo y jugar un fútbol de lo mejorcito que se ha visto este año. ¿Tienes idea de la poderosa huella que deja en niños como mi hijo?”.

Mientras tanto, en Anfield, los cánticos que se adhieren cariñosamente a la fe en Salah han venido resonando durante todo este último año, en homenaje a la última estrella que se ha hecho sitio en los corazones de los hinchas de la grada ‘The Kop’.

Tras haberse ganado ya a multitud de aficionados en todo el mundo, ¿se coronará el Rey Egipcio como The Best el próximo 24 de septiembre?

fifa.com