Christian Yelich, todavía aspirante a la Triple Corona de bateo, visitará el Wrigley Field, junto a los Cerveceros de Milwaukee. Nolan Arenado y el poderoso bateo de los Rockies de Colorado, tendrán que jugar en el Dodger Stadium.
El último día de la campaña regular no lo fue. Restan todavía dos encuentros de desempate, que más bien parecen el comienzo de los playoffs.
Ha llegado el béisbol de octubre en las Grandes Ligas, con el juego número 163 de la temporada, que deberán disputar el lunes los Cerveceros, los Cachorros, los Rockies y los Dodgers.
Dos encuentros de desempate en la misma fecha, algo que jamás había ocurrido en la historia de las Grandes Ligas. En ambos, se coronará un monarca divisional.
«Es interesante que el béisbol sea un deporte tan perfecto en algunos aspectos y que después de 162 juegos no se defina nada», ironizó el manager de los Cachorros de Chicago, Joe Maddon.
Chris Bryant, Anthony Rizzo y los Cachorros comenzarán esta doble función llena de dramatismo. Recibirán a Milwaukee en busca de la corona de la División Central de la Liga Nacional. Más tarde, el novato de los Dodgers, Walker Buehler, tiene previsto abrir el duelo ante Colorado, por el banderín de la División Oeste.
Hay sin embargo un hecho que resta suspenso a ambos enfrentamientos.
Los cuatro equipos involucrados tienen ya en el bolsillo un boleto de playoffs, ya sea como campeones divisionales o como wild cards. Los Dodgers, Rockies, Cerveceros y Cachorros sabían eso el domingo, cuando se dispusieron a jugar lo que podía ser su último encuentro de la temporada regular.
Y los cuatro equipos ganaron, por una pizarra combinada de 48-5.
Así que una derrota el lunes no condena a la eliminación. Nunca antes un equipo que perdía un duelo de desempate podía seguir con vida.
El jonrón de Bucky Dent liquidó a los Medias Rojas en 1978. Matt Holliday se deslizó en home –y quizá tocó el plato– para eliminar a San Diego en 2007. David Price guió a Tampa Bay a una victoria sobre Texas en 2013, para ganar el más reciente duelo de desempate.
Esta vez, todos los participantes están en realidad dentro de la postemporada. Pero hay una gran diferencia entre ganar la división o ingresar en los playoffs con el pasaje de comodín.
El ganador de la pulseada entre Cerveceros y Cachorros podrá abrir como local la serie divisional a un máximo de cinco partidos el jueves, ante el equipo que triunfe en el juego de comodines. El vencedor del encuentro entre Colorado y Los Ángeles comenzará también en casa la serie divisional, frente a los Bravos de Atlanta.
«Evidentemente, no será un juego de ganar o morir, pero pienso que es un encuentro que debemos ganar», indicó el manager de los Dodgers, Dave Roberts, después del triunfo por 15-0 en San Francisco. «Ganas el juego y tienes un par de días de descanso, y ser local en la Serie Divisional es muy importante».
Los perdedores del juego 163 se medirán el martes para determinar quién sigue con vida.
En la Liga Americana, el escenario de playoffs estaba definido ya.
Oakland y los Yanquis chocarán en el juego de comodines, el miércoles por la noche en Nueva York. El ganador jugará el viernes en Boston. Houston, campeón de la última Serie Mundial, abre la divisional ante Cleveland.
Arenado disparó dos vuelacercas y Charlie Blackmon bateó el ciclo por los Rockies, que trituraron 12-0 a Washington. Los Nacionales decidieron dar descanso a su as Max Scherzer y colocaron en la lomita a Erick Fedde.
Colorado, que no ha ganado un título divisional desde que debutó en las mayores en 1993, buscará impedir que los Dodgers, campeones defensores de la Nacional, hilvanen su sexto gallardete del Oeste.
El venezolano Germán Márquez, quien recetó ocho ponches seguidos en el comienzo de su apertura anterior, buscará maniatar a Manny Machado, Justin Turner y el resto del arsenal de Los Ángeles.
«Son dos de los mejores abridores jóvenes en las Grandes Ligas, que lanzarán en este tipo de juego», recalcó el manager de los Rockies, Bud Black «Es maravilloso».
Los Dodgers superaron 12-7 a Colorado en la serie de enfrentamientos de la campaña. Los Cachorros tuvieron una foja de 11-8 frente a Milwaukee.
En el Wrigley, el zurdo colombiano José Quintana abrirá por los Cachorros, ante el derecho venezolano Jhoulys Chacín. Quintana ostenta un registro de 6-2 y una efectividad de 1.60 en 10 aperturas ante los Cerveceros.
Los Cachorros quedaron en esta situación luego de imponerse 10-5 sobre San Luis. Milwaukee enhebró su séptimo triunfo, por 11-0 sobre Detroit.
«Espero que esto sea bastante hostil mañana», dijo Yelich. «Siempre que jugamos contra los Cachorros hay un ambiente hostil, especialmente en el Wrigley Field. Va a ser muy divertido. Estamos ansiosos de que llegue esto».
Yelich batea para .323 durante su primera campaña con Milwaukee. Es ya el primer integrante en la historia de los Cerveceros que ha conquistado el título de bateo.
Suma 109 impulsadas, que lo tienen empatado con Arenado y a dos del boricua Javier Báez, de los Cachorros. Los 36 vuelacercas de Yelich representan la misma cifra conseguida por Trevor Story, de Colorado y Matt Carpenter, de San Luis, uno menos que Arenado.
Dado que los duelos de desempate se consideran el número 163 de la temporada regular, todas las estadísticas que se registren el lunes contarán como parte de ésta. Así, Yelich tiene oportunidad de obtener la Triple Corona de bateo, que nadie en la Nacional ha conseguido desde que Joe Medwick fue líder de remolcadas, jonrones y promedio en 1937.
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